Fallar para tener éxito

Todo el mundo ha oído hablar de la necesidad de la autoestima. Si no te sientes bien contigo mismo, ¿cómo puedes lograr algo en tu vida?

Pero lo que quizás no sepa es la necesidad de algo más, que puede ser incluso más importante: la autoeficacia. Es decir, la creencia de que tiene lo que necesita para tener éxito (incluso si no siempre lo tiene).

Las personas con autoeficacia a menudo tienen estándares muy altos para sí mismos, lo que genera una paradoja: es posible que no siempre tengan la autoestima más alta, ni siempre tengan éxito (de acuerdo con sus propios estándares). Lo que hacen es no rendirse nunca y seguir creyendo siempre en sí mismos y en sus habilidades.

El periodico de Wall StreetMelinda Beck tiene una columna hoy sobre el papel y la importancia que tiene la autoeficacia en nuestras vidas:

Aún así, estas personas tienen éxito porque creen que un esfuerzo persistente les permitirá tener éxito. De hecho, si el éxito llega con demasiada facilidad, algunas personas nunca dominan la capacidad de aprender de las críticas. "La gente necesita aprender a gestionar el fracaso para que sea informativo y no desmoralizador", dice el profesor Albert Bandura.

Albert Bandura es el psicólogo que describió este concepto por primera vez en la década de 1970 y todavía lo enseña en la Universidad de Stanford.

La autoeficacia se diferencia de la autoestima en que es un juicio de capacidades específicas más que un sentimiento general de autoestima. "Es fácil tener una alta autoestima, solo apunte bajo", dice el profesor Bandura.

La columna señala todos los reveses que han experimentado algunas personas famosas, desde Michael Jordan y Steve Jobs, hasta la escritora de Harry Potter J.K. Rowling y Walt Disney. La clave del éxito de cada una de estas personas es que nunca dudaron de sus propias habilidades y creyeron en sí mismas y en sus contribuciones.

La autoeficacia se ha convertido en parte del movimiento de la psicología positiva en la actualidad y del concepto de "resiliencia". La buena noticia es que, aunque no tenga mucha autoeficacia o resiliencia hoy, puede aprender estas habilidades y volverse más autoeficaz en su propia vida.

¿De dónde viene esa determinación? En algunos casos, es un optimismo innato, similar al tipo de resiliencia que permite a algunos niños salir ilesos de la pobreza extrema, la tragedia o el abuso. La autoeficacia también se puede adquirir dominando una tarea; modelando el comportamiento de otros que han tenido éxito; y de lo que el profesor Bandura llama "persuasión verbal": obtener un estímulo efectivo que esté vinculado al logro, en lugar de un elogio vacío.

Es un buen artículo que describe una habilidad para la vida y un rasgo de personalidad que podemos haber admirado en otros, pero que no sabíamos muy bien qué era o cómo conseguirlo en nuestras propias vidas.

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