5 formas en que las personas altamente sensibles pueden vivir en un mundo insensible


Los siguientes consejos son de Jenna Forrest, una entrenadora de empoderamiento en Durham, Carolina del Norte que ayuda a sus clientes altamente sensibles a comprender, refinar y adoptar sus habilidades sensoriales.

1. Comprenda su rasgo:

El sensible primero debe conocerse a sí mismo en el contexto de su rasgo. Pueden hacerlo leyendo libros sobre su rasgo y conectándose con otros sensibles para compartir experiencias. El resultado puede ser una maravillosa sensación de alivio y estar "bien". A medida que se desarrolla la comprensión, la persona puede multar a sí misma, tal vez por primera vez en su vida, diciéndose a sí misma y a los demás toda la verdad sobre cómo se siente y lo que necesita.

2. Recibir validación:

Muchos sensibles crecieron siendo vistos como diferentes y extraños, etiquetados, reprendidos en la escuela, etc. La vergüenza de no encajar puede continuar hasta la edad adulta si las experiencias de la persona no se validan en algún momento del camino. La validación puede provenir de un amigo, mentor, consejero u otra persona de confianza que haya experimentado desafíos similares.

3. Vea sus dones y potencial:

Los sensibles suelen sentir un llamado a ayudar a los demás. Pueden estar preocupados por el peso del mundo, un peso que les impide hacer todo lo que quieren o podrían hacer de otra manera. Esto hace que se concentren en los problemas y en lo que no quieren en lugar de apreciar sus dones de espíritu, intuición, empatía y creatividad. Al aprovechar estos rasgos y desarrollarlos con un mentor o entrenador, la persona sensible puede aprender a expresar más orgullo, alegría y esperanza. Esto, a su vez, mejora la autoestima y le permite sentirse conectado con un mundo que de otro modo podría sentirse extraño.

4. Proteja su campo energético de intrusiones:

Los sensibles pueden ver o sentir la energía como si fuera tangible y sólida. Algunas energías se sienten como barro pegajoso, otras se sienten oscuras, otras se sienten ligeras y esponjosas. Donde transmite alegría y felicidad, la persona sensible tiende a prosperar. Por otro lado, se verá afectado negativamente por la ira, la deshonestidad, la explotación o la tristeza. Dado que todos los días están presentes varios tipos de energías, el sensible debe aprender a protegerse a sí mismo o arriesgarse a sentirse agotado o temeroso al entrar en contacto con diferentes personas, lugares y situaciones.

5. Limpiar su campo energético de negatividad no deseada y heridas pasadas:

Es probable que las personas muy sensibles lleven consigo el dolor a donde quiera que vayan: heridas no realizadas y negatividad que se acumula a lo largo de sus vidas. Esto puede hacerlos sentir pesados ​​o de mal humor. Los sensibles también pueden verse afectados negativamente por conflictos mundiales cubiertos por los medios de comunicación, por mensajes políticos o religiosos, etc. Es un cambio de vida para una persona sensible descubrir que puede liberar todo este dolor acumulado. La libertad llega cuando el sensible finalmente puede caminar erguido en el mundo como cualquier otra persona.

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