4 pasos para establecer límites personales saludables

A veces, simplemente se siente más fácil complacer a los demás que defender lo que realmente queremos. ¿Por qué? Quizás no nos guste la confrontación. O tal vez simplemente nos gusta hacer felices a otras personas. Eso no es malo. Puede sentirse genial darles a los demás lo que quieren, pero es importante reconocer cuándo se sobrepasan.

Los límites personales son la forma en que establecemos nuestros límites personales. Son la forma en que nos separamos como individuos de la influencia y las intenciones de los demás. Son una herramienta esencial para comunicar nuestras necesidades, nuestra integridad y nuestra autoestima, tanto a los demás como a nosotros mismos.

Sin ellos, las emociones negativas como el resentimiento, la culpa, la frustración o la vergüenza podrían afianzarse. Sus relaciones pueden deteriorarse y su autoestima puede verse afectada.

Si esto le suena familiar, podría ser el momento de establecer nuevas reglas de vida.

1. Identifique sus áreas de bandera roja.

Tómese el tiempo para definir sus señales de alerta: las áreas de su vida que comúnmente parecen sufrir una falta de límites personales.

Aquí están algunos a considerar:

  • Dinero: ¿Se siente cómodo prestándolo? ¿Cuándo espera que alguien lo devuelva?
  • Tiempo: ¿Cómo le gusta pasar su tiempo? ¿Algunas personas esperan continuamente que dejes todo por ellos? ¿Cuándo es aceptable que el tiempo de otra persona tenga prioridad sobre el tuyo?
  • Límites físicos: Piense en lo que considera que es su espacio personal. ¿Te gusta recibir abrazos? ¿De quien? ¿Qué opina de que otros toquen sus pertenencias personales? Por ejemplo, ¿en qué situación (si corresponde) está bien que un familiar o amigo mire en su armario mientras usted no está?
  • Límites emocionales: acepte sus emociones. Si algo te hace sentir triste o enojado, no te avergüences de sentirlo. No dejes que otras personas te digan cómo te sientes. Toma conciencia de esa línea interna entre las emociones de los demás y las tuyas. No es necesario que se sienta de la misma manera que los demás en una situación determinada. Reconozca cuando la gente espera que usted sienta o reaccione de cierta manera, simplemente porque así es como se sienten.

2. Escriba sus límites.

Los límites requieren coraje y voluntad para crear. No sea vago sobre ellos. El solo hecho de escribirlos te obligará a analizar tus necesidades e intenciones y podrás aclarar exactamente qué es y qué no es aceptable en tu trato con los demás.

También envía una fuerte señal a tu psique de que hablas en serio y, a la larga, te resultará más fácil defenderte.

3. Sea claro y directo.

Es su responsabilidad comunicar claramente sus límites a los demás. Recuerde, estos límites son personales. Y merecen ser respetados. Explíquese en un tono neutro y elegante. Está bien para ser franco, siempre y cuando sea respetuoso. Ser directo no es lo mismo que ser grosero.

Algunos ejemplos de lo que podría decir:

  • Cuando un amigo te pide dinero: “Por regla general, no presto dinero a mis amigos. ¿Hay alguna otra forma en que pueda ayudarte? "
  • Cuando su familiar le pide prestado su automóvil: "Me temo que no presto nada que valga más de $ 1,000".
  • Cuando te enfrentas a la ira: "No puedo relacionarme contigo si me estás gritando. Háblame en un tono de voz diferente ".
  • Cuando su colega le pide que asuma un proyecto adicional: "Lo siento, tengo que rechazarlo. En este momento, es importante centrarse en los proyectos que ya tengo. Puede que tenga tiempo para ayudar antes de la fecha 'x', por favor, pregúntame de nuevo en ese momento ".

Por supuesto, habrá momentos en los que no sepa cuál es su límite personal. No siempre tienes que encontrar respuestas en el momento. Diga algo como, “Déjame dormir con eso. Te daré mi decisión mañana ".

4. Mantente firme.

Una vez que haya establecido su límite, comprométase con él. Se consistente. Retroceder invita a la gente a ignorar sus necesidades. No tienes que defenderte. A veces, la mejor explicación es: "Porque no quiero" o "Porque no estoy dispuesto a hacer eso". Si alguien insiste, diga: “Por favor, deje de preguntarme sobre eso. Te dije cómo me sentí la última vez que hablamos ".

Revise su lista escrita de vez en cuando, modifíquela o cámbiela si es necesario, pero enorgullézcase de ella.

Tener límites personales se trata de respetar sus propias necesidades. Incluso cuando las necesidades de otras personas parezcan más importantes que las tuyas, recuerda que no puedes cuidar de los demás antes de cuidarte a ti mismo.

Recuerde: ¡decir no a los demás es una forma de decirse sí a sí mismo!

!-- GDPR -->