La psicología del diario

Me arriesgaría a adivinar que la mayoría de los escritores llevan un diario y que han llevado un diario desde el momento en que pudieron escribir. Si la escritura está en tu alma, hay una necesidad fundamental: expresar, exponer, exorcizar, libremente y con frecuencia, en todas las formas.

A lo largo de mi vida como escritora, que comenzó cuando obtuve mi primer lápiz y aprendí (dolorosamente) a trazar; y desde entonces ha continuado religiosamente: he llevado un diario, poniendo la pluma en el papel tan a menudo o tan raramente como las circunstancias, los eventos, las situaciones y las emociones lo dictaban. Mis cuadernos se encuentran entre mis amigos más cercanos y valoro mucho a cada uno de ellos. De hecho, cuando me mudé, primero a Mallorca, luego a Sydney, y luego de regreso a Mallorca nuevamente (donde estoy ahora, pero solo, creo, temporalmente), tal era mi miedo a la separación: a sufrir pérdidas, robos, daño, dejé mis diarios en varias cajas de almacenamiento, donde desde entonces se han mantenido a salvo dentro del abrazo de un entorno controlado. Todo lo que tengo sobre mí ahora son los que he escrito en el ínterin, que, dicho sea de paso, ahora llenan una casilla propia.

Escribir un diario es importante para mí porque crea un espacio en medio del caos general y el desorden desde el que hacer una pausa, recopilar, organizar y desenredar. Llevar un diario me permite anotar las cosas, clasificarlas, desentrañarlas, comprenderlas y sanarlas.

Soy como una botella de agua con gas. La vida me sacude, agita mis contenidos, provocando, con el tiempo, la necesidad de decantarme. Si ignoro esta necesidad o no la abordo con la suficiente frecuencia, eventualmente exploto. Es necesario de una manera urgente y vital atender los contenidos: ventilar, compartir y reducir, simplemente desenroscando la tapa, permitiendo que lo que se haya manifestado, enconado o atrapado tenga la oportunidad de escapar.

Además, llevar un diario también presenta la oportunidad de reflexionar, diseccionar, analizar, aprender, comprender y estar preparado para el futuro contra la repetición perjudicial. Mis entradas resaltan mis errores, pruebas, triunfos y progreso con más precisión y honestidad de lo que yo, preguntado, podría esperar.

Creo que llevar un diario es una de las cosas más saludables que puedes hacer, fundamental para el bienestar emocional y a la par con el ejercicio regular, una dieta sensata, una vida social saludable y dormir lo suficiente. Descuidar esta práctica ha sido, para mí, un error costoso, uno que trato de no hacerlo pero que sin duda repetiré. Es frustrante que, por lo general, lo negamos cuando más lo necesitamos, ya que la pared que tenemos delante parece demasiado sólida, alta y desalentadora para desmantelarla o escalarla con éxito.

Otras lecturas:

http://lifehacker.com/why-you-should-keep-a-journal-and-how-to-start-yours-1547057185

https://psychcentral.com/lib/the-health-benefits-of-journaling/

http://www.appleseeds.org/100_journaling.htm

http://apt.rcpsych.org/content/11/5/338.full

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