¿Es su hijo S.A.D. ¿Esta temporada?

Es posible que se sorprenda al saber que el trastorno afectivo estacional (TAE) no afecta solo a los adultos. También afecta a niños y adolescentes.

SAD es más que un caso de tristeza invernal. Es una forma estacional de depresión clínica.

Según el autor y especialista en SAD Norman E. Rosenthal, M.D., en su libro Winter Blues: Everything You Need to Know to Beat Seasonal Affective Disorder, SAD afecta aproximadamente al 3 por ciento de los niños de 9 a 17 años.

A continuación, aprenderá cómo se ve el SAD en niños y adolescentes y cómo pueden ayudar los padres.

Signos de SAD en niños y adolescentes

“El indicio más importante de que su hijo puede estar sufriendo de TAE es que desarrolla problemas durante el otoño y el invierno de cada año”, escribe el Dr. Rosenthal. Este cambio estacional puede ser más importante que los síntomas reales, dice. Eso se debe a que los signos que vemos en los adultos no necesariamente aparecen en los niños. Por lo tanto, los síntomas pueden ser atípicos y difíciles de detectar.

También es difícil separar los síntomas del TAE de los comportamientos normales de la niñez o la adolescencia. Por ejemplo, los adolescentes notoriamente tienen hábitos de sueño y alimentación inconsistentes. En cambio, sugiere centrarse en "problemas de concentración, trabajo escolar, energía y estado de ánimo".

Según Rosenthal, los signos comunes en niños y adolescentes son:

  • Sentirse agotado e irritable.
  • Hacer berrinches.
  • Tener más dificultades para concentrarse y completar la tarea. Las calificaciones de su hijo pueden verse afectadas o puede ser necesario un mayor esfuerzo para lograr las mismas calificaciones.
  • No querer hacer tareas con las que no tenían problemas antes.
  • Experimentar enfermedades físicas, como dolores de cabeza o de estómago.
  • Deseo de comida chatarra más de lo habitual.

TDAH y SAD

El TDAH puede parecerse al SAD, señala Rosenthal en su libro. Pero, por supuesto, SAD tiene el componente estacional y aparece en otoño e invierno. Curiosamente, ha visto a muchos niños que en realidad tienen ambos trastornos y que también pueden tener problemas con un trastorno del sueño llamado síndrome de la fase retrasada del sueño o DSPS. Esto ocurre cuando las personas no pueden conciliar el sueño y despertarse a horas regulares. La fototerapia, que es eficaz para los adultos con SAD, también ayuda a los niños con SAD y DSPS.

Cómo pueden ayudar los padres

Hay muchas formas en que los padres pueden ayudar a sus hijos a controlar los síntomas del TAE. En Winter Blues, Rosenthal sugiere lo siguiente:

  • Consulte a un terapeuta o psiquiatra profesional. Primero, es clave obtener un diagnóstico adecuado para su hijo. Además, un profesional de la salud mental puede ofrecer valiosas sugerencias de tratamiento.
  • Exponga a su hijo a la luz natural y artificial. Puede comprar una caja de luz para su hijo. Los adultos generalmente necesitan al menos 30 minutos de tratamiento con una caja de luz. (Una caja de luz con 2500 lux requerirá aproximadamente dos horas). Según la experiencia de Rosenthal, los niños necesitan sesiones más cortas, como de 10 a 15 minutos. Además, advierte que los padres deben comprar cajas de luz con muy poca luz ultravioleta. Dice que "... la lente del ojo de un niño hace menos para filtrar estas longitudes de onda potencialmente dañinas que la lente de un adulto". También sugiere que los niños salgan al aire libre durante al menos 30 minutos todos los días para disfrutar de la luz natural.
  • Ayude a su hijo a despertarse por las mañanas. Es mucho más fácil para su hijo despertarse si tiene una luz brillante que lo ayude. Rosenthal sugiere que le dé a su hijo una lámpara de noche brillante que tenga un temporizador. De esta manera se despiertan todas las mañanas con una luz brillante.
  • Revise el horario de su hijo. Debido a que el SAD afecta la capacidad de un niño para concentrarse y desempeñarse, puede hacer que se salte las actividades extracurriculares más exigentes en otoño e invierno. Sin embargo, Rosenthal dice que mantener las actividades físicas es una buena idea. Debido a que estas actividades implican tanto actividad aeróbica como tiempo al aire libre, pueden ayudar a reducir los síntomas del TAE.
  • Ayude a su hijo a controlar el estrés. Por ejemplo, dado que las exigencias de la escuela pueden ser estresantes, ayude a su hijo a anticipar los proyectos y las pruebas con mucha anticipación, para que tenga mucho tiempo para prepararse y estudiar.


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