6 errores que arruinarán sus propósitos de año nuevo

Es esa época del año nuevamente: el comienzo de un nuevo año. A tu alrededor, la gente habla de resoluciones que harán para ser más saludables y felices. Lamentablemente, la mayoría de esas promesas de superación personal se convertirán rápidamente en un recuerdo. Las investigaciones muestran que el 80% de las resoluciones de Año Nuevo se rompen en la segunda semana de febrero.

“Pero este año será diferente”, te dices. "Este año, realmente quiero perder peso, dejar de fumar, tomar una clase, trotar todas las mañanas, lo que sea ... Este año sé que estoy comprometido con eso".

Sentirse comprometido no es suficiente. Si desea que una resolución se mantenga, debe evitar estos errores comunes. Puedes hacerlo. Reconocer los obstáculos es la mitad de la batalla. Con un poco de planificación y organización previas, puede prepararse para ser uno del 20% que tiene éxito.

6 errores comunes que comete la gente

Evite estos errores y es posible que tenga tanto éxito en hacer un cambio importante que no tendrá que tomar la misma resolución el próximo año.

1. Resoluciones demasiado grandes.

A menudo, las resoluciones son un gran desafío. Te prometes a ti mismo, "Perderé 45 kilos" o "Me prepararé para un maratón" (cuando no hayas corrido durante años). O "Escribiré esa novela en la que he estado pensando durante 10 años".

Todas son metas valiosas, pero hay una razón por la que no ha logrado lo que sea hasta ahora. El objetivo es demasiado abrumador para gestionarlo.

Es más probable que tenga éxito si divide una meta en pasos alcanzables. Está bien querer perder 100 libras, pero es más probable que tenga éxito si aspira a perder entre 5 y 10 libras cada mes. Está bien querer correr un maratón eventualmente, pero es más probable que lo haga si se prepara con carreras más cortas.

2. Resoluciones demasiado vagas o demasiado generales.

Resoluciones como "Me pondré saludable" o "Haré más ejercicio" o "Seré más generoso" no brindan mucha orientación para el cambio. Ciertamente son declaraciones bien intencionadas sobre lo que desea arreglar, pero son tan vagas que es demasiado fácil olvidarlas en el ajetreo de la vida cotidiana.

Es mucho más útil si hace que su resolución sea lo más específica posible.Debe ser factible dadas sus otras responsabilidades y manejable dadas las realidades de sus ingresos, su tiempo y sus apoyos.

Detalla un programa de dieta o ejercicio diario que se adapte a tu vida. Escríbelo. Escríbelo en detalle por lo que proporciona una guía sobre cómo planificar sus días.

3. Resoluciones que no son realistas.

"Voy a perder 45 kilos en verano, así que me veré genial en traje de baño" puede ser poco realista o incluso poco saludable. Las dietas radicales suelen fracasar. Lo mismo es cierto si ha sido un adicto a la televisión durante años y decide comenzar a hacer ejercicio. Comprometerse a pasar 3 horas en el gimnasio todos los días puede ser un cambio de estilo de vida demasiado grande para lograrlo.

Ser realista requiere ser increíblemente honesto contigo mismo. Probablemente hayas tomado, y fallado, la misma resolución antes. Observe claramente por qué no pudo administrarlo. Controle su ambición y haga una resolución más pequeña y alcanzable. Luego, identifique los factores desencadenantes del fracaso y proponga un enfoque realista para prevenirlos.

4. Usar el 1 de enero como motivador.

Hay algo sobre el primero del año que nos obliga a pensar al menos en cómo mejorar nuestras vidas. Pero para la mayoría de la gente, no es un motivador suficiente para hacerlo. El objetivo, no la fecha, debe ser intrínsecamente motivador para ser alcanzable.

Si el impulso cultural para tomar una resolución es lo único que lo impulsa a cambiar, probablemente no lo mantendrá por mucho tiempo, independientemente de lo beneficioso que pueda ser. Tómese el tiempo para reflexionar sobre la meta y los aspectos positivos que cree que se obtendrán al alcanzarla. Sea tan honesto consigo mismo como sepa.

5. Decirle a todo el mundo.

Muchos artículos sugieren que decirle a otras personas nuestras resoluciones nos ayuda a mantener el rumbo. Pero lo contrario puede ser cierto. Decirle a los demás puede poner el locus de control en otras personas, en lugar de en ti mismo. Además, hay personas cuyo enfoque ante los inevitables deslices será avergonzado o culpable. Incluso si no le hacen pasar un mal rato, su propia vergüenza por "fallar" a sus ojos puede hacer que abandone su proyecto.

Sea selectivo sobre a quién contarle. Sí, es útil contar con el apoyo de otra persona cuando queremos cambiar. Pero es importante pensar si la idea de apoyo de una persona será de apoyo. Necesitas una animadora, no un crítico. Elija personas que sean alentadoras y útiles.

6. Todo o nada pensando.

Es una tendencia común creer que un desliz significa que no tienes lo que se necesita para lograr una meta. El primer día que abandona la dieta o no corre o no se sienta frente a la computadora a escribir, se siente como un fracaso. En tu vergüenza, te rindes.

Los resbalones son inevitables. Los resbalones son la naturaleza humana. No hay necesidad de rendirse desesperado. Siempre queda el día siguiente, o incluso la hora siguiente, para retomar el rumbo. Haga de los resbalones una oportunidad de aprendizaje, no una certificación de fracaso. Tómese el tiempo para reflexionar sobre por qué cometió un desliz y qué debe hacer de manera diferente para que sea menos probable que suceda. Luego, vuelva a trabajar en su objetivo.

!-- GDPR -->