La estimulación cerebral dirigida ayuda a las personas ansiosas a controlar sus pensamientos

Cuando un cierto tipo de estimulación cerebral, conocida como estimulación transcraneal de corriente directa (tDCS), se dirige a la corteza prefrontal dorsolateral del cerebro (involucrada en el control de la atención), permite a una persona ajustar más fácilmente su atención a la amenaza, según un nuevo estudiar. Los hallazgos se publican en la revista Psiquiatría biológica.

Las personas que padecen ansiedad tienden a prestar mayor atención a los estímulos amenazantes en su entorno. En lugar de pensar en pensamientos agradables, tienen un sesgo hacia la información amenazante, lo que contribuye aún más a sus niveles más altos de ansiedad.

El procedimiento cerebral indoloro utiliza corrientes eléctricas débiles para proporcionar estimulación dirigida al cerebro a través de electrodos en el cuero cabelludo. Ya se ha mostrado prometedor en el tratamiento del estado de ánimo, la ansiedad, la cognición y ciertos síntomas de la enfermedad de Parkinson.

Se encontró que la neuroestimulación es especialmente efectiva cuando se combina con una técnica de entrenamiento cognitivo, llamada modificación del sesgo de atención (ABM). Este tratamiento cognitivo también apunta al patrón de pensamiento que está sesgado hacia las amenazas.

Por lo tanto, a los investigadores les pareció razonable que la neuroestimulación dirigida a una región del cerebro que controla la atención aumentaría la eficacia de la ABM.

Para el estudio, un total de 77 voluntarios sanos recibieron tDCS activa o estimulación simulada mientras completaban una tarea de ABM en la que se les indicó específicamente que prestaran atención o evitaran una amenaza.

Los participantes que recibieron estimulación activa mostraron un mayor control sobre su atención en la dirección alentada por el entrenamiento, en comparación con los que recibieron estimulación simulada.

Este estudio proporciona evidencia de que las intervenciones ABM pueden mejorarse con neuroestimulación dirigida.

"Específicamente, muestra cómo los hallazgos de la neuroimagen pueden identificar los objetivos apropiados para la aplicación terapéutica de la neuroestimulación, que sirve para aumentar la eficacia de las intervenciones clínicas en formas que puedan mejorar el tratamiento del paciente", dijo el autor principal, el Dr. Patrick Clarke de la Universidad de Australia Occidental. .

“Los resultados de este estudio tienen implicaciones directas para mejorar los resultados clínicos entregados por las intervenciones ABM, para las personas con patología emocional y para aquellos que padecen otras condiciones que reflejan patrones desadaptativos de atención selectiva”, agregó.

Se necesitan investigaciones futuras antes de la aplicación clínica, pero los resultados son alentadores. Los próximos pasos son probar la eficacia combinada de tDCS y ABM en los síntomas de las personas clínicamente ansiosas.

"La neurobiología subyacente a la tDCS aún se está elaborando, pero este estudio sugiere que una forma en que puede avanzar en el tratamiento es aumentar la neuroplasticidad y promover la eficacia del entrenamiento cognitivo", dijo el Dr. John Krystal, editor de Psiquiatría biológica.

Fuente: Elsevier

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