El equilibrio de tiempo es la clave de la felicidad
En un nuevo estudio, los investigadores dicen que el lugar ideal para la felicidad se encuentra en algún punto intermedio.
Chris Manolis y James Roberts (de Xavier University y Baylor University, respectivamente) estudiaron a adolescentes y encontraron que los jóvenes materialistas con problemas de compra compulsiva necesitan la cantidad justa de tiempo libre para sentirse más felices.
El estudio se publica en línea en la revista Investigación aplicada en calidad de vida.
Según los investigadores, ahora vivimos en una sociedad en la que el tiempo es fundamental.
Para muchos, la percepción de escasez de tiempo, o presión de tiempo, está relacionada con niveles más bajos de felicidad. Al mismo tiempo, nuestra cultura de consumo, caracterizada por el materialismo y la compra compulsiva, también tiene un efecto sobre la felicidad de las personas: el deseo de posesiones materialistas conduce a una menor satisfacción con la vida.
Dada la importancia del tiempo en la vida contemporánea, Manolis y Roberts investigaron la percepción del tiempo libre que uno percibe que tiene (afluencia de tiempo) sobre las consecuencias de los valores materialistas y la compra compulsiva entre los adolescentes.
Participaron en el estudio un total de 1.329 adolescentes de una escuela secundaria pública en una gran área metropolitana del medio oeste de los Estados Unidos.
Los investigadores midieron cuánto tiempo libre pensaban los jóvenes que tenían; la medida en que tenían valores materialistas y tendencias de compra compulsiva; y su bienestar subjetivo o felicidad autoevaluada.
Los hallazgos de Manolis y Roberts confirman que tanto el materialismo como las compras compulsivas tienen un impacto negativo en la felicidad de los adolescentes. Cuanto más materialistas son y cuanto más se involucran en la compra compulsiva, menores son sus niveles de felicidad.
Además, la abundancia de tiempo reduce las consecuencias negativas tanto del materialismo como de la compra compulsiva en este grupo. Específicamente, la abundancia de tiempo moderada, es decir, no estar demasiado ocupado ni tener demasiado tiempo libre, está relacionada con niveles más altos de felicidad en los adolescentes materialistas y aquellos que son compradores compulsivos.
No es sorprendente que aquellos que sufren presiones de tiempo, piensan materialista o compran compulsivamente se sientan menos felices en comparación con sus contrapartes adolescentes.
Sin embargo, cuando los adolescentes tienen demasiado tiempo libre en sus manos, los efectos negativos de los valores materiales y las conductas compulsivas pueden comprometer la felicidad del adolescente.
Los autores creen que "vivir con una cantidad razonable y equilibrada de tiempo libre promueve el bienestar no solo directamente, sino también al ayudar a aliviar algunos de los efectos secundarios negativos asociados con vivir en nuestra sociedad orientada al consumidor".
Este consejo se extiende más allá de la adolescencia y puede servir como mantra para todos aquellos que buscan la felicidad y el equilibrio.
Fuente: Springer