Los bebés nacidos a término tienen más problemas emocionales y de comportamiento

Una nueva investigación ha encontrado que los bebés que nacen después de término, definidos como nacidos después de un embarazo de duración normal de 42 semanas, tienen más probabilidades de tener problemas de comportamiento y emocionales en la primera infancia, incluido el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).

“Los niños nacidos a término tienen un riesgo considerablemente mayor de problemas de conducta clínicamente relevantes y tienen más del doble de probabilidades que los niños nacidos a término de tener TDAH clínico”, dijo Hanan El Marroun, Ph.D., autor principal del estudio.

El estudio encontró una asociación en forma de U entre la edad gestacional al nacer y los problemas emocionales y de comportamiento en la primera infancia. Esto indica que tanto los niños prematuros como los postérmino tienen un mayor riesgo de tener problemas, dice el investigador.

El estudio se incluyó en el Estudio Generation R, un gran estudio poblacional con sede en Rotterdam. Las parteras y ginecólogos invitaron a participar a las madres embarazadas que iban a dar a luz entre abril de 2002 y enero de 2006.

Los investigadores midieron la edad gestacional mediante ultrasonido, un método que se cree que es superior a la fecha del último período. Según esta medida, de los 5,145 bebés, 382 (7 por ciento) nacieron después de término y 226 (4 por ciento) nacieron antes de término.

Se utilizó una lista de verificación de comportamiento estandarizada y validada (Lista de verificación de conducta infantil, CBCL / 1.5-5) para evaluar a los niños. A los 18 y 36 meses se envió un cuestionario a la madre y también se le envió un cuestionario al padre cuando el niño tenía 36 meses.

Los investigadores ofrecieron varias explicaciones potenciales para el aumento de los problemas, incluido un mayor riesgo de problemas perinatales que se sabe que están asociados con bebés más grandes.

También se consideró la insuficiencia úteroplacentaria, una situación en la que una placenta "vieja" ofrece menos nutrientes y menos oxígeno que el requerido por un feto a término. Esta falta de nutrientes y oxígeno puede conducir a un desarrollo fetal anormal que, a su vez, puede conducir a un desarrollo emocional y conductual anormal, dijeron los investigadores.

Otra explicación ofrecida por los investigadores fue la posible alteración del "reloj placentario", que controla la duración del embarazo y regula el eje hipotalámico-pituitario-adrenal (eje HPA) materno y fetal.

Se ha sugerido que el mal funcionamiento endocrino placentario o el estrés materno en momentos críticos durante el desarrollo fetal pueden influir en el eje HPA fetal, dando lugar a anomalías neuroendocrinas que podrían aumentar la vulnerabilidad del niño a problemas emocionales y de comportamiento más adelante en la vida.

Los investigadores advierten que es necesario un seguimiento más prolongado para establecer si la relación entre el parto a término y los problemas de comportamiento persisten más allá de los 36 meses.

La investigación fue publicada en el Revista Internacional de Epidemiología.

Fuente: Oxford University Press

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