Niños con enfermedades médicas crónicas con alto riesgo de trastornos mentales
Un estudio reciente encuentra que los niños comúnmente muestran signos de un trastorno mental poco después de recibir un diagnóstico de una condición física crónica.
Investigadores de la Universidad de Waterloo encuestaron a niños de entre seis y 16 años, y todos dentro de un mes de su diagnóstico de asma, alergia alimentaria, epilepsia, diabetes o artritis juvenil.
De acuerdo con las respuestas de los padres a una entrevista estandarizada, el 58 por ciento de los niños dieron positivo en al menos un trastorno mental.
El estudio, que aparece en BMJ abierto, es el primero de su tipo en reclutar niños con diferentes afecciones, y tan pronto después del diagnóstico.
“Estos hallazgos muestran que el riesgo de trastornos mentales es relativamente el mismo entre niños con diferentes condiciones físicas”, dijo Mark Ferro, profesor de la Escuela de Salud Pública y Sistemas de Salud de Waterloo y Cátedra de Investigación de Salud Mental Juvenil de Canadá.
"Independientemente de su condición, los niños con problemas de salud física y mental experimentan una disminución significativa en su calidad de vida dentro de los primeros seis meses después de recibir su diagnóstico, lo que indica la necesidad de servicios de salud mental desde el principio".
Los investigadores encontraron que seis meses después del diagnóstico, la cantidad de niños que mostraban signos de un trastorno mental se redujo ligeramente al 42 por ciento. Los trastornos de ansiedad fueron los más comunes, incluida la ansiedad por separación, la ansiedad generalizada y las fobias.
“Es posible que el número sea más alto muy temprano porque existe cierta incertidumbre en torno al pronóstico o preguntas sin respuesta sobre el manejo y el tratamiento”, dijo Alexandra Butler, estudiante de posgrado en Waterloo y autora principal del artículo.
"Es importante no solo identificar temprano a los niños en riesgo, sino también tener recursos para apoyarlos".
Los investigadores encontraron que la edad y el género no tuvieron ningún impacto en los resultados.
Además, el diseño único del estudio también evaluó las percepciones del niño como un subconjunto de niños autoinformados sobre su propia salud mental.
En particular, los niños generalmente no eran conscientes de su problema de salud mental, ya que el 58 por ciento de los padres informaron que sus hijos presentaban signos de un problema de salud mental, mientras que solo el 18 por ciento de los niños lo informaron.
Los investigadores creen que este hallazgo muestra la necesidad de que los profesionales de la salud obtengan múltiples perspectivas al evaluar la salud mental de los niños.
Fuente: Universidad de Waterloo / EurekAlert