La clave para la empatía puede estar en conocerse a sí mismo
Un nuevo estudio encuentra que cuando se nos enseña a identificar y comprender nuestras propias partes internas, o subpersonalidades, como el "administrador interno" o el "niño interno", nos volvemos mucho más comprensivos de los estados mentales de los demás, esencialmente aumentando nuestros niveles de inteligencia social y empatía.
Durante tres meses, 161 participantes adultos de entre 20 y 55 años se dividieron en dos grupos y se les enseñó cómo desarrollar sus habilidades de toma de perspectiva a través de una variedad de métodos. La capacitación se basó en el modelo de Sistemas Internos de la Familia, que considera que el yo está compuesto de diferentes partes internas complejas, cada una con su propio conjunto de comportamientos, pensamientos y emociones.
En este enfoque, cada parte puede identificarse como que tiene un rol saludable y productivo o un rol extremo, pero cada una aún se valida y se reconoce como importante.
Durante el estudio, se enseñó a los participantes a identificar y etiquetar sus propias subpersonalidades, así como las de los demás. Los hallazgos muestran que después del entrenamiento, los participantes pudieron identificar fácilmente partes internas prototípicas como "el administrador interno" o "el niño interno" en sus propias personalidades.
El grado en que los participantes mejoraron su comprensión de sí mismos, reflejado en la cantidad de diferentes partes internas que pudieron identificar, se correlacionó directamente con qué tan bien mejoraron en términos de su propia flexibilidad y capacidad para inferir y comprender con precisión el estado mental de los demás.
De hecho, cuantas más partes internas negativas puedan identificar en sí mismos, mejor será su conciencia y comprensión de los estados mentales negativos de otras personas.
"Existe un vínculo estrecho entre mejorar en la comprensión de uno mismo y mejorar la inteligencia social", dijo la Dra. Anne Böckler del Instituto Max Planck de Ciencias Cognitivas y Cerebrales Humanas. Böckler realizó el estudio con la Universidad Julius Maximilians de Würzburg en Alemania.
La comprensión de que las personas que aprenden a identificar mejor los aspectos negativos de sí mismos son más capaces de comprender a los demás tiene implicaciones interesantes para nuestro mundo en constante cambio, según los investigadores.
“Esta percepción podría resultar importante en un mundo cada vez más complejo e interconectado en el que adoptar la opinión de otros, especialmente de personas de diferentes culturas o con diferentes antecedentes religiosos, se vuelve cada vez más difícil y cada vez más necesario”, dijo Böckler.
El estudio sugiere que tomarse el tiempo para identificar y comprender nuestros propios estados mentales internos es prometedor tanto en entornos terapéuticos como no clínicos, todos los cuales tienen como objetivo fomentar la salud psicológica y la inteligencia social.
Los hallazgos se publican en el Diario de mejora cognitiva.
Fuente: Springer