El descubrimiento de una mutación genética puede conducir a nuevos fármacos para la esquizofrenia
Un nuevo estudio internacional ha hecho un descubrimiento que puede cambiar la forma en que se trata la esquizofrenia.
Unas dos docenas de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego, el Trinity College de Dublín y otros lugares han identificado una mutación genética fuertemente relacionada con la esquizofrenia que puede ser un nuevo objetivo importante para el desarrollo de terapias farmacológicas.
La esquizofrenia es un trastorno cerebral crónico, grave e incapacitante, con síntomas que incluyen alucinaciones, delirios y trastornos del pensamiento. Se cree que es causada por factores ambientales y genéticos, especialmente estos últimos: la enfermedad ocurre en el 1 por ciento de la población general, pero en el 10 por ciento de las personas que tienen un familiar de primer grado con el trastorno, como un padre o un hermano. .
Las terapias actuales son solo parcialmente efectivas y se han realizado pocos avances en la identificación de nuevos tratamientos efectivos durante varias décadas.
En los últimos tres años, los investigadores han descubierto que mutaciones raras en muchos lugares del genoma humano resultan en un riesgo significativamente mayor de esquizofrenia.
Estas mutaciones consistían en variantes de número de copias o CNV, un tipo de variación genética en la que el número de copias de un gen difiere entre individuos. Los hallazgos fueron la primera evidencia concluyente de que mutaciones raras pueden causar esquizofrenia, pero esto no identificó los genes específicos involucrados.
En el estudio actual, los investigadores buscaron CNV en los genomas de 8.290 personas con casos diagnosticados de esquizofrenia y 7.431 controles sanos.
El estudio confirmó las NVC identificadas en estudios anteriores, pero descubrió un nuevo hallazgo importante: se detectaron duplicaciones en la punta del cromosoma 7q en individuos con esquizofrenia a una tasa 14 veces mayor que en individuos sanos. Estas duplicaciones impactan en un gen que codifica el receptor VIPR2 del cerebro.
Formalmente conocido como Receptor de Péptido Intestinal Vasoactivo 2, el VIPR2 se expresa en el sistema nervioso, incluso en el cerebro, los vasos sanguíneos y el tracto gastrointestinal.
Estudios anteriores han demostrado que VIPR2 ayuda a regular la formación y actividad de neuronas en el cerebro. En ratones, también se ha encontrado que VIPR2 juega un papel importante en los procesos de comportamiento, incluido el aprendizaje y el momento de la actividad diaria. El siguiente estudio midió la expresión del gen VIPR2 en células sanguíneas de pacientes y encontraron que los individuos con mutaciones tenían una mayor expresión de VIPR2 y una mayor actividad del receptor.
“Esto sugiere que las mutaciones aumentan la señalización en la vía del Péptido Intestinal Vasoactivo”, según el coautor, el Dr. Aiden Corvin.
"Sabemos que esta actividad puede ser modulada por péptidos sintéticos (compuestos donde los aminoácidos están unidos entre sí) y el siguiente paso es ver si estos compuestos tienen un efecto terapéutico en ratones o en células humanas cultivadas que portan la mutación del gen VIPR2".
Los hallazgos se publican en la edición en línea de la revista. Naturaleza.
Fuente: Trinity College Dublin