Cómo hacer que el ejercicio sea divertido para niños con autismo y TDAH

La forma más eficaz de ayudar a los niños con autismo, trastorno por déficit de atención / hiperactividad (TDAH) y síndrome de Tourette a hacer más ejercicio es hacerlo divertido, según un pequeño estudio internacional que encuestó a 132 cuidadores adultos de niños con trastornos del neurodesarrollo.

Centrarse en una actividad o deporte que les resulte fácil a los niños es otro de los principales motivadores para mantenerse físicamente activos. De hecho, se descubrió que la falta de habilidades era un factor de disuasión mucho mayor que las barreras más concretas, como las limitaciones financieras y de transporte.

“Descubrimos que un niño que se divierte era un indicador mucho mayor de la probabilidad de que él o ella continuara haciendo ejercicio”, dijo el primer autor Matthew Lustig, estudiante de medicina en el Medical College of Georgia de la Augusta University.

"Al enfocar las intervenciones que aumentan el ejercicio, la creación de opciones más rentables puede no ser tan necesaria como la creación de opciones más divertidas".

La información de su encuesta se presentó en un cartel en el Simposio de Investigación de la Asociación Médica Estadounidense en Orlando, Florida.

El reclutamiento de participantes fue posible mediante un cuestionario de Internet distribuido a través de Facebook a una amplia gama de grupos asociados con trastornos del neurodesarrollo. Este enfoque permitió la participación nacional e internacional de adultos que conviven con personas con un amplio espectro de trastornos del neurodesarrollo.

Los trastornos más prevalentes incluyeron autismo, discapacidad intelectual, TDAH y síndrome de Tourette. Los jóvenes en sus hogares tenían una edad promedio de 17 años; El 57 por ciento eran hombres; y la gran mayoría eran blancos.

Los cuidadores informaron que sus fuentes de información sobre el ejercicio eran Internet, la familia y los amigos. Sin embargo, dijeron que les gustaría que el médico de su hijo respondiera sus preguntas relacionadas con el ejercicio.

La encuesta dejó a Lustig con varias preguntas que planea realizar, incluido el motivo por el cual los pediatras no fueron considerados la primera fuente de consulta de los cuidadores.

Había una fuerte creencia en los beneficios neurológicos del ejercicio. De hecho, una gran mayoría de los encuestados dijo que creía que el ejercicio regular ayudaría a prevenir o retrasar las complicaciones de los trastornos del neurodesarrollo y proporcionaría beneficios a corto y largo plazo para el bienestar físico, emocional y social de su hijo.

Los encuestados informaron que sus hijos con trastornos del neurodesarrollo hacían mucho ejercicio.

Según la encuesta, los jóvenes generalmente hacían ejercicio cinco días a la semana durante unos 100 minutos diarios, con actividades cardiovasculares como baloncesto, ciclismo y carrera como foco principal. Las personas que respondieron a la encuesta generalmente también informaron que eran físicamente activas.

Fuente: Medical College of Georgia en Augusta University

!-- GDPR -->