7 errores en el lenguaje corporal que podrían retenerlo en el trabajo

Durante los últimos dos meses, ha estado pendiente de esa promoción. Es entre usted y su colega, y realmente desea el trabajo. Así que dedicas muchas horas, entregas un trabajo de primer nivel y asumes proyectos adicionales para mostrar tu trabajo. No ve ninguna razón por la que no debería ir a usted.

Pero cuando llega el momento de anunciar la promoción, se dirige a su colega. ¿Qué pudo haber salido mal?

Resulta que puede no tener ninguna relación con la calidad y cantidad del trabajo que realizas. En cambio, podría ser un factor de algo mucho más subconsciente: su lenguaje corporal.

El lenguaje corporal puede tener un gran impacto en la forma en que los demás te perciben, especialmente en un entorno profesional. Si bien puede parecer una razón tonta, incluso injusta, para pasar por alto las oportunidades en el trabajo, en realidad hay razones psicológicas detrás de esto que, al final, tienen mucho sentido.

La próxima vez que esté en la oficina, tómese un momento para detenerse y pensar en cómo se porta y se expresa. Aquí hay algunas señales de alerta que pueden indicar que su lenguaje corporal se está volviendo problemático y formas de solucionarlas.

  • Brazos cruzados.
    Cruzar los brazos, lo que muchos de nosotros hacemos por costumbre, es inherentemente una posición defensiva e indica autoprotección. Para su jefe, sin embargo, esto puede parecer cínico, desconfiado e incluso enojado. En cambio, desea pararse con los brazos a los lados, ligeramente separados del cuerpo, lo que muestra franqueza y confianza. Para ayudarlo a romper el hábito de cruzar los brazos automáticamente, intente sostener algo como un cuaderno durante las conversaciones importantes cara a cara para mantener las manos ocupadas.
  • Pequeñez.
    Cuando nos sentimos intimidados o inseguros, tendemos a "encogernos", encorvarnos y encorvar nuestros hombros. Para otros, esto les comunica miedo, impotencia o incluso pereza y falta de motivación. (¡No hábitos de empleados altamente promocionables!)

    La próxima vez que se dé cuenta de que está haciendo esto en una reunión o en una conversación difícil, asegúrese de sentarse derecho, relajar los hombros hacia atrás y hacia abajo e inclinarse ligeramente hacia adelante. Esto no solo lo hará parecer más seguro en situaciones de alta presión, sino que también comenzará a sentirse de esa manera.

  • Pareciendo desinteresado.
    Cuando nos sentimos amistosos y cómodos con las personas con las que interactuamos, tendemos a inclinar nuestros cuerpos hacia ellos y hacer coincidir sutilmente sus movimientos. Asegúrate de no estar en ángulo hacia la puerta cuando conversas con personas, lo que muestra desinterés y distracción. En cambio, refleje sutilmente o imite sus gestos. Por ejemplo, sin ser demasiado obvio, coloca tus manos sobre la mesa si las suyas lo están, o inclínate ligeramente hacia atrás en tu silla si están haciendo lo mismo. Esto expresa armonía y alineación.
  • Gestos nerviosos.
    Este es el más antiguo del libro, pero sigue siendo crucial. Sacudir las piernas, girar el cabello, tocarse la cara, cualquier movimiento que haga cuando esté nervioso o aburrido, indica inseguridad, lo que podría costarle la confianza que ha construido con los superiores. Si eres propenso a los movimientos de las manos, busca un lugar para que descansen.
  • Contacto visual.
    Tu jefe puede decir mucho sobre tu inteligencia emocional solo por la forma en que miras a las personas, incluido cuánto los respetas, aprecias y estás interesado en ellos y en tu trabajo. Una buena fórmula para mantener un contacto visual seguro y seguro (léase: no espeluznante) es mantener la mirada de una persona entre el 50 y el 60 por ciento del tiempo que interactúa con ella.

    Piense en la última conversación que tuvo: ¿Puede recordar el color de los ojos de la persona? De lo contrario, probablemente sea una señal de que el contacto visual no fue suficiente. Juegue un juego con usted mismo y establezca el objetivo de darse cuenta de esto la próxima vez que hable con alguien cara a cara. Si puede dominar esto, es probable que otros lo perciban como confiado y seguro de sí mismo y, por lo tanto, como un empleado competente digno de un ascenso.

  • Sonreír.
    Simple y llanamente, sonreír permite que los demás se sientan cómodos con nosotros, y es mucho más fácil salir adelante cuando estás rodeado de personas que te quieren y te apoyan. No solo eso, sino que los estudios han demostrado que incluso forzar una sonrisa también mejorará su estado de ánimo. Intente comenzar y terminar todas sus conversaciones con una sonrisa en su rostro; el hábito crecerá a partir de ahí.
  • Apretón de manos.
    El sentido del tacto es increíblemente importante para transmitir simpatía, y un fuerte apretón de manos es una de las pocas formas de hacer uso del tacto apropiado en los negocios. Un buen apretón de manos seguro no es ni demasiado firme ni demasiado ligero. Una buena regla general (sin juego de palabras) es igualar la firmeza del agarre de la otra persona. Particularmente en el caso de las mujeres, no tenga miedo de dar la mano a menudo y con sentido.

En una época en la que la comunicación cara a cara se está volviendo cada vez más rara, aprovecharla al máximo es más importante que nunca. Comprender el valor del lenguaje corporal, y que los gestos aparentemente simples y sutiles pueden tener un gran impacto en cómo te perciben, puede hacer o deshacer la forma en que te perciben en el lugar de trabajo. Y cuando se evalúan decisiones importantes como los ascensos, debe asegurarse de estar armado con todas las armas de su arsenal profesional. Comience a implementar estos consejos ahora para obtener un impulso adicional para pasar al siguiente paso.

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