La importancia de construir nuestra comunidad, para que pueda construirnos

Nuestro entorno afecta directamente la salud mental.

Sabemos que nuestro entorno impacta directamente en nuestra salud mental. Y, sin embargo, cuando hablamos de salud mental, generalmente nos enfocamos en cómo tratar a las personas en lugar de en cómo diseñar entornos comunitarios (es decir, carreteras, parques seguros, oportunidades laborales y viviendas asequibles y de calidad) para una salud mental óptima.

La desinversión en viviendas y escuelas, y las oportunidades de empleo limitadas pueden conducir a resultados deficientes de salud mental, como estrés crónico y síntomas intensificados de muchos problemas de salud mental. Tratar a los individuos de uno en uno en tales circunstancias es de vital importancia, pero podemos hacer más.

Podemos prevenir la exacerbación de los problemas de salud mental

Necesitamos un enfoque “ascendente” de la salud mental: al alejarnos para evaluar y mejorar vecindarios enteros, podemos prevenir muchas crisis potenciales de salud mental antes de que ocurran, y podemos hacer esto para cada individuo de la comunidad. Si bien necesitamos tratamiento clínico y apoyos de recuperación a largo plazo para manejar muchas afecciones, podemos y debemos evitar que los síntomas ocurran o se intensifiquen mediante el desarrollo de comunidades que sean saludables, seguras y equitativas para todos.

Construimos nuestra comunidad y luego nos construye a nosotros

Si las comunidades son seguras, asequibles y equitativas, esas cualidades afectarán la salud mental de cada individuo en la comunidad. Y lo contrario también es cierto. Algunos de los factores comunitarios que más afectan la salud mental y el bienestar incluyen:

  • Mire, sienta y esté seguro: un entorno en deterioro puede deteriorar la salud mental de los miembros de la comunidad, mientras que las aceras, los árboles y el arte público local se cuidan.
  • Vivienda: La vivienda de alta calidad, segura y asequible se correlaciona con la reducción de los síntomas de depresión informados.
  • Arte y expresión cultural: la música, la danza y las artes visuales fomentan la expresión saludable y el bienestar mental a través de la creatividad y las salidas para la curación emocional.
  • Redes sociales y confianza: las relaciones comunitarias sólidas se corresponden con mejoras en la salud mental y el rendimiento académico, y tasas más bajas de homicidio, suicidio y abuso de sustancias.
  • Empleo justo: el desempleo es un factor importante que contribuye a la ansiedad y la depresión.

Una comunidad resiliente necesita una base sólida

Cuando los factores comunitarios mencionados anteriormente (trabajos, vivienda, redes sociales) están arraigados en valores como la conexión, la dignidad y la esperanza, fortalece la curación y genera resiliencia. Debemos reforzar estos valores, que el Instituto de Prevención denomina "Pilares del Bienestar", para que las comunidades prosperen y prosperen. Seis pilares del bienestar son necesarios para la resiliencia comunitaria:

  • Pertenencia / Conexión: Sentirse parte de una comunidad; creencia de que eres aceptado tal como eres; tener roles significativos en la vida social.
  • Control del destino: sentido de propósito; la capacidad de influir en los eventos que dan forma a las circunstancias de la vida; capacidad para participar y actuar.
  • Dignidad: sentido del propio valor; sentirse digno de honor y respeto; vivir en un clima de respeto mutuo.
  • Esperanza: Una creencia tranquilizadora de que algo mejor es posible y alcanzable.
  • Seguridad: Experiencia de seguridad a nivel interpersonal, emocional y con el entorno; posesión de una sensación de estabilidad.
  • Confianza: Creer en la confiabilidad, la verdad, la capacidad o la fuerza de uno mismo y de los demás.

Esta publicación es cortesía de Mental Health America.

!-- GDPR -->