Cómo utilizar la terapia cognitivo-conductual

Una vez entendimos el cerebro como una entidad fija y estática. Ahora lo vemos como un órgano cambiante y en crecimiento. Esto debería dar mucho aliento a aquellos que se sienten limitados por sus creencias de que de alguna manera están atrapados en los patrones habituales de pensamiento, ya que el cerebro mismo puede reconfigurarse debido a su neuroplasticidad.

Antes de que las imágenes cerebrales fueran posibles, muchos psicoterapeutas ya usaban la terapia cognitivo-conductual (TCC) para ayudar a las personas a replantear sus experiencias y aprender a modular las emociones y los pensamientos para reconfigurar su cerebro en patrones más saludables. La idea detrás del método es que "te conviertes en lo que practicas".

Si eres un observador de lo que estás pensando y por qué, puedes hacer una pausa y redirigir tus pensamientos a través de la autoconciencia. Por ejemplo, diga que algo le provoca enfadarse o sentirse ansioso. Cuando esto comience a suceder, en lugar de reaccionar de la manera que lo haría normalmente con los mismos patrones de pensamiento, se enseñaría a hacer una pausa y pensar en la realidad de la situación y elegir un mejor camino de pensamiento.

Encontrar un psicoterapeuta que esté familiarizado con la TCC es muy parecido a ir a un fisioterapeuta y aprender ejercicios que le ayudarán a fortalecer una parte del cuerpo lesionada. Vas por algunas sesiones hasta que aprendes a hacer los ejercicios tú mismo, y luego aplica las técnicas en casa. Un buen “terapeuta mental” podría capacitarlo para usar la TCC: tomar conciencia de sus motivos, conocer sus patrones de pensamiento existentes y cómo replantear las cosas en formas de pensar más saludables. No necesitaría seguir yendo a terapia una vez que esté equipado para hacer esto por su cuenta.

Un buen psicoterapeuta, como un buen fisioterapeuta, querría empoderar a su cliente para que se empodere a sí mismo. Puede sentir que no puede medir el crecimiento o la curación tan bien en el cerebro como en una parte externa del cuerpo, pero una buena medida de curación es que, con el tiempo, verá que responde de manera diferente a ciertas situaciones que antes. haciendo el trabajo en ti mismo. De hecho, podrá medir el crecimiento.

En la época en que los medicamentos recetados parecen ser la solución rápida y fácil para sobrellevar la situación, muchos otros creen que la TCC es la alternativa natural y duradera. Un buen terapeuta podrá explorar y encontrar el equilibrio adecuado para su cliente. Los medicamentos recetados solo pueden alterar la composición química del cerebro y no crear nuevos patrones de pensamiento. También controlan las emociones, por lo que es posible que el cliente no pueda participar por completo en el tratamiento de la TCC.

Este es un equilibrio complicado y debe hacerse con un profesional capacitado que se haya ganado su confianza. Siempre desconfíe de cualquiera que solo asigne medicamentos y no explore otros métodos, especialmente porque ahora hay mucha evidencia de que la TCC es una solución duradera y libre de medicamentos. Requiere algo de inversión y trabajo duro, pero vale la pena el esfuerzo. ¡Con el tiempo te encontrarás capaz y fuerte!

!-- GDPR -->