El estilo de crianza negativa contribuye a la agresión infantil

Un estudio a largo plazo sugiere que los niños de jardín de infancia agresivos, desafiantes y explosivos han experimentado relaciones tumultuosas y negativas con sus madres desde el principio.

Los investigadores de la Universidad de Minnesota estudiaron a más de 260 madres y sus hijos, siguiéndolos desde el nacimiento de los niños hasta el primer grado. Evaluaron el temperamento difícil de los bebés y la forma en que fueron criados entre la primera semana y el sexto mes de vida, basándose tanto en las observaciones como en los informes de los padres.

Cuando los niños tenían 2 años y medio y 3 años, los investigadores observaron a las madres con sus hijos haciendo tareas que desafiaban a los niños y requerían ayuda de los padres.

Finalmente, cuando los niños estaban en jardín de infantes y primer grado, los investigadores pidieron a las mamás y maestros que calificaran los problemas de conducta de los niños.

"Antes del estudio, pensamos que probablemente era la combinación de un temperamento infantil difícil y una paternidad negativa lo que ponía a las parejas de padres e hijos en mayor riesgo de conflicto en el período del niño pequeño, y luego ponía a los niños en riesgo de tener problemas de conducta en la edad escolar". según el autor principal Michael F. Lorber, Ph.D., ahora científico investigador en la Universidad de Nueva York. "Sin embargo, nuestros hallazgos sugieren que lo que más importaba era la paternidad negativa en la primera infancia".

Los investigadores definieron la paternidad negativa para incluir cuando los padres expresaban emociones negativas hacia sus hijos, los trataban con rudeza y cosas por el estilo.

Los investigadores también encontraron que fue un conflicto creciente o progresivo entre las madres y sus niños pequeños lo que predijo problemas de conducta posteriores, es decir, un conflicto que empeoró con el tiempo.

Y en un patrón cíclico, cuando las mamás criaban negativamente a sus bebés, eso resultó en que sus hijos mostraran altos niveles de ira cuando eran pequeños, lo que a su vez causó más hostilidad por parte de las mamás.

Además, las mamás que criaron negativamente a sus bebés también pueden haber tenido hijos más enojados porque estas mamás eran más hostiles hacia sus niños pequeños.

La paternidad negativa en la infancia pareció preparar el escenario para que tanto las madres como sus hijos fueran más hostiles y enojados durante los años de la infancia, sacando lo peor de cada uno.

“Los resultados de nuestro estudio van más allá de los hallazgos descriptivos para explicar el proceso subyacente que relaciona la forma en que las madres crían a sus hijos en la infancia y los problemas que tienen los niños en la escuela primaria temprana”, agrega Lorber.

Los investigadores creen que los hallazgos del estudio pueden ayudar en el desarrollo de intervenciones apropiadas para enfocarse en la crianza negativa, comenzando desde los 3 meses, para ayudar a prevenir problemas de conducta posteriores en los niños.

El estudio aparece en la revista Desarrollo infantil.

Fuente: Sociedad de Investigación en Desarrollo Infantil

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