¿Es la "voluntad de Dios" alguna forma de justificar decisiones difíciles?

La creencia en un poder sobrenatural, o en el destino, a menudo se usa como razón o justificación para una decisión difícil.

Las decisiones difíciles tienden a hacernos sentir estresados ​​e incómodos; no queremos sentirnos responsables si el resultado es menos que deseable.

Una nueva investigación sugiere que a menudo nos enfrentamos a decisiones tan difíciles transfiriendo la responsabilidad de la decisión al destino.

"El destino es una creencia sobrenatural omnipresente, que abarca tiempo y lugar", escriben los investigadores, los Dres. Aaron Kay y Steven Shepherd, con la estudiante de doctorado Simone Tang, de la Universidad de Duke. "Ejerce una variedad de efectos positivos y negativos sobre la salud, el afrontamiento y tanto la acción como la inacción".

En el estudio, publicado en la revista ciencia psicológica, los autores plantean la hipótesis de que las personas pueden invocar el destino como una forma de aliviar su propio estrés y temores, una forma de decir: "Ahora está fuera de mis manos, no hay nada que pueda hacer".

“La creencia en el destino, definida como la creencia de que cualquier cosa que suceda se suponía que sucedería y que los resultados están predeterminados en última instancia, puede ser especialmente útil cuando uno se enfrenta a este tipo de decisiones difíciles”, dijeron.

Para probar su hipótesis, los investigadores capitalizaron un evento actual de considerable importancia: las elecciones presidenciales estadounidenses de 2012.

Realizaron una encuesta en línea con 189 participantes y encontraron que la mayor dificultad que los participantes informaron para elegir entre Obama y Romney (por ejemplo, "ambos candidatos parecen igualmente buenos", "No estoy seguro de cómo comparar los planes de los candidatos"), más probablemente debían creer en el destino (por ejemplo, "El destino se asegurará de que el candidato que finalmente sea elegido sea el correcto").

En una segunda encuesta en línea, los investigadores manipularon la dificultad de decisión de los participantes al hacer más difícil distinguir entre los candidatos.

Los participantes leyeron declaraciones políticas reales de los dos candidatos presidenciales; algunos leyeron citas de los candidatos que enfatizaron las similitudes en sus posiciones políticas, otros leyeron citas que enfatizaron las diferencias.

Como se predijo, los participantes que leyeron declaraciones que destacaron similitudes vieron la decisión entre los candidatos como más difícil y reportaron una mayor creencia en el destino que los participantes que leyeron declaraciones enfocadas en diferencias.

“Los dos estudios presentados aquí proporcionan evidencia consistente y convergente de que la dificultad para tomar decisiones puede motivar una mayor creencia en el destino”, escriben Kay y sus colegas.

Los investigadores señalan que estos hallazgos plantean preguntas adicionales que aún deben responderse.

Por ejemplo, ¿las personas invocan el destino cuando tienen que tomar decisiones que son personalmente importantes pero no socialmente significativas, como dónde invertir dinero?

¿Es igualmente probable que invoquemos la suerte u otras cosmovisiones sobrenaturales cuando nos enfrentemos a una decisión difícil?

"Creer en el destino puede aliviar la carga psicológica de una decisión difícil, pero si eso se produce a costa de un cortocircuito en un proceso de toma de decisiones eficaz es una cuestión importante para la investigación futura", concluyeron los investigadores.

Fuente: Ciencias Psicológicas

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