Los noctámbulos encuentran el horario de ejercicio más desafiante

Un nuevo estudio sugiere que las personas que se caracterizan a sí mismas como noctámbulos son más sedentarias y reportan más dificultades que las personas que duermen normalmente para mantener un horario de ejercicio.

Los resultados muestran que las horas de sueño tardías se asociaron con más minutos de estar sentado, y el tiempo de sueño sirvió como un predictor significativo de los minutos sedentarios.

Para los noctámbulos, las barreras percibidas para hacer ejercicio incluyen no tener suficiente tiempo para hacer ejercicio y no poder cumplir con un horario de ejercicios, independientemente de la hora a la que realmente se fueron a la cama o se despertaron.

"Descubrimos que incluso entre individuos sanos y activos, el horario del sueño y la preferencia circadiana están relacionados con los patrones de actividad y las actitudes hacia la actividad física", dijo la investigadora principal Kelly Glazer Baron, Ph.D., profesora asociada de neurología en la Escuela de Feinberg de Medicina en la Universidad Northwestern en Chicago, Illinois.

"Despertarse tarde y ser una persona nocturna se relacionaron con más tiempo sentado, especialmente los fines de semana y con dificultad para hacer ejercicio".

El resumen de la investigación se publicó recientemente en un suplemento en línea de la revista. Dormir, y se presentará en la reunión anual de las Sociedades Profesionales Asociadas del Sueño.

El grupo de estudio estaba compuesto por 123 adultos sanos con una duración del sueño autoinformada de al menos 6,5 horas. Las variables del sueño se midieron mediante siete días de actigrafía de muñeca junto con diarios de sueño.

La actividad física autoinformada y las actitudes hacia el ejercicio se evaluaron mediante cuestionarios, incluido el Cuestionario Internacional de Actividad Física.

“Esta fue una muestra muy activa con un promedio de 83 minutos de actividad vigorosa por semana”, dijo Glazer Baron. "Incluso entre aquellos que pudieron hacer ejercicio, despertarse tarde lo hizo y ser una persona nocturna lo hizo percibido como más difícil".

Según Glazer Baron, el estudio sugiere que los factores circadianos deben tenerse en cuenta como parte de las recomendaciones e intervenciones de ejercicio, especialmente para los adultos menos activos.

“Se debe tener en cuenta el horario del sueño al hablar de la participación en el ejercicio”, agregó. "Podríamos esperar que la hora del sueño desempeñe un papel aún más importante en una población que tiene más dificultades para hacer ejercicio".

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan que los adultos realicen al menos 150 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada cada semana y participen en actividades de fortalecimiento muscular dos o más días a la semana.

Fuente: Academia Estadounidense de Medicina del Sueño


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