Los investigadores aprenden a detectar el autismo en los bebés

Aunque el autismo es el foco de un debate considerable, una creencia es constante: los resultados mejoran con la intervención temprana.

Desafortunadamente, detectar el autismo es difícil porque no existe una prueba médica. En cambio, los padres, médicos y psicólogos tienden a monitorear los hitos del desarrollo y consultar con equipos multidisciplinarios si surgen inquietudes.

Un nuevo informe de investigadores de la Facultad de Medicina de Yale sugiere que los expertos ahora pueden detectar déficits en la atención social en bebés de tan solo seis meses de edad que luego desarrollan trastornos del espectro autista (TEA).

Los resultados del estudio, que mostraron que estos bebés prestaron menos atención a las personas y sus actividades que los bebés con un desarrollo típico, se publican en la revista. Psiquiatría biológica.

La Dra. Katarzyna Chawarska, profesora asociada en el Centro de Estudios Infantiles de Yale, y sus colegas investigaron si los bebés de seis meses a los que luego se les diagnosticó TEA mostraban síntomas prodrómicos, es decir, signos tempranos de TEA, como una capacidad deficiente para prestar atención a las propuestas sociales y las actividades de otros. Antes de este estudio, no estaba claro si estos síntomas prodrómicos estaban presentes en el primer año de vida.

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“Este estudio destaca la posibilidad de identificar ciertas características relacionadas con la atención visual que pueden usarse para identificar a los bebés con mayor riesgo de TEA en el primer año de vida”, dijo Chawarska. "Esto podría hacer posibles intervenciones y tratamientos más tempranos".

Chawarska y su equipo administraron una tarea de seguimiento ocular a 67 bebés con alto riesgo de desarrollar autismo y 50 bebés de bajo riesgo.

El video de tres minutos fue diseñado para capturar los reflujos y flujos de eventos sociales, mostrando a una mujer involucrada en varias actividades familiares como hacer un sándwich, mirar juguetes o hablar.

Mientras preparaba sándwiches, la actriz ocasionalmente miraba a la cámara e intentaba involucrar a los bebés haciendo contacto visual y diciendo "¿Cómo estás, bebé?" "¡Usted es tan lindo!" y "¿Viste a los tigres?"

No hubo interrupciones en el video para volver a involucrar o volver a centrar la atención de los bebés, requiriendo que presten atención a lo que les parezca interesante en su campo visual, como lo harían en situaciones sociales de la vida real.

Chawarska y su equipo utilizaron tecnología de seguimiento ocular para controlar la frecuencia con la que los bebés miraban la escena, los juguetes, la mujer y sus ojos y boca.

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En comparación con los grupos de control, los bebés de seis meses diagnosticados más tarde con TEA miraban menos a la escena social y, cuando prestaron atención a la escena, pasaron menos tiempo monitoreando el rostro de la mujer.

Los investigadores ahora están trabajando para determinar las causas específicas que conducen a la disminución de la atención social en los bebés con vulnerabilidades sociales emergentes.

“Este trabajo es muy importante para identificar nuevos objetivos de tratamiento y estrategias de intervención temprana”, dijo Chawarska.

Fuente: Universidad de Yale

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