Los recuerdos nos ayudan a aprender

Una nueva investigación sugiere que el proceso de aprendizaje está estrechamente asociado con lo que ya sabemos, es decir, nuestras experiencias o recuerdos pasados.

Los investigadores de la Universidad de Texas dicen que cuando los humanos aprenden, sus cerebros relacionan nueva información con experiencias pasadas para derivar nuevos conocimientos.

Alison Preston, profesora asistente de psicología y neurobiología, dice que el nuevo estudio muestra que este proceso de vinculación de la memoria permite a las personas comprender mejor los nuevos conceptos y tomar decisiones en el futuro.

Los investigadores creen que esta nueva comprensión del proceso de aprendizaje puede mejorar la atención de afecciones médicas como los trastornos neurológicos degenerativos. Además, la asociación entre recuerdos y aprendizaje podría conducir al desarrollo de mejores métodos de enseñanza.

“Los recuerdos no son solo para reflexionar sobre el pasado; nos ayudan a tomar las mejores decisiones para el futuro ”, dice Preston.

"Aquí, proporcionamos un vínculo directo entre estos recuerdos derivados y la capacidad de hacer inferencias novedosas".

El artículo se encuentra en la revista en línea. Neurona.

En el estudio, a 34 sujetos se les mostró una serie de imágenes emparejadas compuestas por diferentes elementos (por ejemplo, un objeto y una escena al aire libre).

Cada una de las imágenes emparejadas reaparecería en más presentaciones. Una mochila, emparejada con un caballo en la primera presentación, aparecería junto a un campo en una presentación posterior.

La superposición entre la mochila y el paisaje al aire libre (caballo y campo) haría que el espectador asociara la mochila con el caballo y el campo.

Los investigadores utilizaron esta estrategia para ver cómo los encuestados profundizarían en un recuerdo reciente mientras procesaban nueva información.

Los investigadores utilizaron equipos funcionales de resonancia magnética magnética (fMRI) para evaluar la actividad cerebral de los sujetos mientras observaban las presentaciones de imágenes.

Con esta técnica, los investigadores pudieron ver cómo los encuestados pensaban sobre las imágenes pasadas mientras miraban imágenes superpuestas.

Por ejemplo, estudiaron cómo los encuestados pensaban sobre una imagen pasada (un caballo) cuando miraban la mochila y el campo. Los investigadores encontraron que los sujetos que reactivaron recuerdos relacionados mientras miraban pares de imágenes superpuestas pudieron hacer asociaciones entre elementos individuales (es decir, el caballo y el campo) a pesar de que nunca habían estudiado esas imágenes juntas.

Para ilustrar las formas en que funciona este proceso cognitivo, Preston describe un escenario cotidiano.

Imagina que ves a un nuevo vecino paseando a un gran danés por la calle. En un momento y lugar diferentes, es posible que vea a una mujer paseando al mismo perro en el parque. Al experimentar a la mujer paseando a su perro, el cerebro evoca imágenes del recuerdo reciente del vecino y su gran danés, provocando que se forme en la memoria una asociación entre los paseadores de perros.

La relación derivada entre los paseadores de perros le permitiría inferir que la mujer también es una nueva vecina aunque nunca la haya visto en su vecindario.

“Este es solo un ejemplo simple de cómo nuestros cerebros almacenan información que va más allá de los eventos exactos que experimentamos”, dice Preston.

"Al combinar eventos pasados ​​con nueva información, podemos obtener nuevos conocimientos y anticiparnos mejor a lo que podemos esperar en el futuro".

Fuente: Universidad de Texas Austin

!-- GDPR -->