La percepción de la enfermedad influye en el resultado
No es solo en el marketing y la política donde la percepción se considera más importante que la realidad. Nuestra percepción de una enfermedad cuando estamos enfermos puede jugar un papel importante en la forma en que nos recuperamos.Varios factores influyen en el curso general de una enfermedad, incluidas afecciones médicas adicionales, niveles de estrés y apoyo social. Pero un nuevo estudio sugiere que lo que piensa sobre su enfermedad es tan importante, si no más, para determinar los resultados de su salud.
Psicólogos Drs. Keith Petrie, de la Universidad de Auckland, y John Weinman, del Instituto de Psiquiatría del King's College, revisaron la bibliografía existente sobre la percepción de la enfermedad por parte de los pacientes.
Su estudio, publicado en la edición de febrero de Direcciones actuales en la ciencia psicológica, documenta que la percepción de la enfermedad de una persona está directamente relacionada con varios resultados de salud importantes.
Los investigadores determinaron que la percepción de la enfermedad influye en el nivel de funcionamiento y capacidad de un individuo, la utilización de la atención médica, el cumplimiento de los planes de tratamiento establecidos por los profesionales de la salud e incluso la mortalidad general.
De hecho, algunas investigaciones sugieren que la forma en que una persona ve su enfermedad puede desempeñar un papel más importante en la determinación de los resultados de su salud que la gravedad real de su enfermedad.
Los expertos creen que las percepciones de nuestra enfermedad surgen de nuestras creencias sobre la enfermedad y lo que significa la enfermedad en el contexto de nuestras vidas.
En consecuencia, es posible que tengamos creencias sobre cómo se produce una enfermedad, cuánto durará, cómo nos afectará a nosotros oa los miembros de nuestra familia, y cómo podemos controlarla o curarla. La conclusión, dice Petrie, es que "las percepciones de los pacientes sobre su enfermedad guían sus decisiones sobre la salud".
De hecho, la percepción de la eficacia del tratamiento puede influir en el cumplimiento de un régimen de tratamiento. Si, por ejemplo, sentimos que un tratamiento prescrito no nos hace sentir mejor, podríamos suspender ese tratamiento.
Las investigaciones sobre las percepciones de las enfermedades muestran que los resultados del tratamiento dependen de más que tener un médico competente.
Según Petrie, "un médico puede hacer diagnósticos precisos y tener tratamientos excelentes, pero si la terapia no se ajusta a la visión del paciente sobre su enfermedad, es poco probable que la siga tomando". Es probable que un tratamiento que no tenga en cuenta la opinión del paciente fracase, argumenta.
Los autores concluyen que comprender las percepciones de las enfermedades e incorporarlas a la atención médica es fundamental para mejorar los resultados del tratamiento.
Preguntar a los pacientes cómo ven su enfermedad les da a los médicos la oportunidad de identificar y corregir cualquier creencia inexacta que puedan tener los pacientes. Una vez que las percepciones de la enfermedad de un paciente están claramente establecidas, un médico puede intentar empujar esas creencias en una dirección que sea más compatible con el tratamiento o mejores resultados de salud.
Estas conversaciones pueden ayudar a los médicos a identificar a los pacientes que tienen un riesgo particular de afrontar mal las demandas de su enfermedad.
Dadas las crecientes presiones para reducir costos y mejorar la atención, la incorporación de intervenciones psicoeducativas breves y sencillas puede ayudar a modificar las creencias negativas sobre la enfermedad y conducir a mejoras en una variedad de resultados de salud diferentes.
Sin embargo, los expertos dicen que esta investigación está surgiendo y los científicos no saben mucho sobre cómo se desarrollan nuestras percepciones de la enfermedad en primer lugar.
Sin embargo, la investigación continua sobre las percepciones de la enfermedad ayudará a los médicos a diseñar intervenciones efectivas que puedan llegar a un gran número de pacientes.
Fuente: Asociación de Ciencias Psicológicas