¿Te ahogas bajo presión? Una rutina que puede ayudar

Si ve o practica deportes, probablemente esté familiarizado con atletas talentosos que, cuando hay presión, no pueden rendir. Estos atletas no carecen de habilidad y se desempeñan bien en circunstancias normales. Pero en momentos clave algo cambia y se ahogan.

Es posible que haya experimentado algo como esto en su propia vida. Puede ser en los deportes, pero también puede suceder en otras situaciones, como en el trabajo frente a un cliente, cuando tienes que hablar en público o cuando algo importante está en juego. En circunstancias normales, puede desempeñarse bien.

Pero bajo presión te encuentras pensando en tu desempeño, revisando cada acción que debes tomar y rumiando sobre lo que debes hacer.

Pensar demasiado puede interferir con la concentración y el desempeño de las tareas motoras, según un estudio publicado en Journal of Experimental Psychology: General. Los atletas, al parecer, tienden a rendir mejor cuando pueden confiar en su entrenamiento previo y en sus cuerpos.

Pensar conscientemente en las actividades motoras, digamos, pensar con precisión cómo patear una pelota o la ubicación exacta de los brazos durante un swing de golf, en realidad interfiere con su capacidad para realizar la acción.

Para mejorar el rendimiento, algunos atletas realizan actividades habituales, como apretar una pelota o apretar la mano izquierda.

¿Por qué la mano izquierda? Está relacionado con cómo están conectados el cerebro y el cuerpo. El hemisferio izquierdo del cerebro controla el movimiento del lado derecho del cuerpo y el lado derecho del cerebro controla el movimiento del lado izquierdo.

Investigaciones anteriores también indican que la rumia está asociada con la actividad en el lado izquierdo del cerebro, mientras que la actividad automatizada está asociada con el derecho. Entonces, para estimular el lado derecho (acción automatizada) del cerebro y hacerlo funcionar, aprietas una pelota en la mano izquierda. En el estudio mencionado anteriormente, apretar una pelota con la mano izquierda antes de la competencia redujo la probabilidad de atragantarse bajo presión.

Entonces, ¿estos hallazgos tienen implicaciones fuera de los deportes? Posiblemente.

El investigador principal Juergen Beckmann, PhD, catedrático de psicología del deporte en la Universidad Técnica de Munich en Alemania, sugiere que las personas mayores que son propensas a las caídas podrían beneficiarse de actividades habituales similares. Si tiene miedo de caerse, puede pensar demasiado en sus acciones cuando se encuentre en situaciones en las que la caída sea una posibilidad, como subir escaleras o meterse en una bañera. Al igual que con los atletas, las personas mayores pueden beneficiarse de la activación del lado del cerebro asociado con la actividad automatizada.

Los autores sugieren que es más probable que esta técnica sea útil cuando se realiza una actividad que requiere precisión y movimientos corporales complejos.

Aunque puede ser útil en muchas situaciones, no se ha probado en esos momentos en los que estamos rumiando sobre el habla o una tarea cognitiva y debido a que las relaciones entre ciertas partes del cerebro no son tan bien entendidas por las personas zurdas, esto La técnica solo se ha estudiado con personas diestras.

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