Catherine Zeta Jones: Bipolar II no es Coca-Cola Light

Estimados lectores, les debo a todos una disculpa. Me equivoqué en mi publicación sobre el diagnóstico de bipolar II de Catherine Zeta Jones al comparar bipolar II con Diet Coke. Fue una tontería, inapropiado y un tonto intento de humor. Por la presente admito que estaba equivocado. Así que no hay necesidad de seguir golpeándome.

Me equivoqué porque sugiere que el bipolar II no es tan grave, ni tan doloroso, ni tan debilitante como el bipolar I. Pero, como persona diagnosticada con bipolar II, ciertamente sé que ese no es el caso. Me doy cuenta de que el ciclo depresivo para alguien con bipolar II puede ser más severo que los ciclos depresivos de las personas con bipolar I. Y a veces la depresión puede ser psicótica.

Yo mismo estuve allí, aunque no sé si fue la enfermedad lo que me volvió psicótico o el cóctel de drogas de unas 20 pastillas que me recetó mi psiquiatra en ese momento, que estaba en la cama con las grandes farmacéuticas.

Y soy muy consciente de que una persona con bipolar II puede ciclar mucho más rápido que alguien con bipolar I, lo que hace que el trastorno bipolar II sea más peligroso en algunos aspectos y definitivamente más difícil de diagnosticar.

Pido disculpas si nada de eso pasó en mi publicación anterior. Lo que quise decir es que la diferencia entre bipolar I y bipolar II es que el ciclo MANIC del bipolar I es más extremo. Puede involucrar episodios psicóticos que no son parte de un ciclo maníaco de alguien con bipolar II. Como persona con bipolar II, no alucino cuando estoy maníaco, aunque la gente me llama psicótica todo el tiempo.

Finalmente, quiero decir, como persona con bipolar II, me doy cuenta de lo duro que tenemos que trabajar para mantenernos cuerdos. Lo más difícil que he hecho en mi vida, y probablemente lo más difícil que haré, es resistir la tentación de quitarme la vida en el estado suicida que experimenté durante la mayor parte de 2005 y en 2006. Fue como nadar hacia una ola de título con intenciones de no ahogarse. Todas las fuerzas están trabajando en tu contra. Tu mente se ha vuelto hacia ti como la bruja en tu clase de quinto grado que creías que era tu amiga. Tu amígdala (centro del miedo) está organizando una fiesta de toga. Tus neurotransmisores son sorprendentes. Tu cerebro es solo una gran mancha, más risueña que la gelatina arcoíris que tu mamá solía hacer para Acción de Gracias. Así que tienes que rodearte de personas que puedan pensar por ti hasta que recuperes terreno sólido. Lo sé. He estado ahí.

Lo bueno de los blogs es que, a diferencia de un libro, puedes disculparte públicamente si tocas una nota equivocada. Y obviamente lo hice. Entonces, aquellos de ustedes con bipolar II, yo soy uno de ustedes y me tomo en serio su enfermedad y la mía.

!-- GDPR -->