¿Deberían utilizarse las redes sociales para ayudar al tratamiento clínico?

La investigación emergente investiga las ramificaciones éticas y de privacidad médica en el uso de las redes sociales para ayudar al tratamiento clínico.

En el mundo actual, la oportunidad de ser transparente y compartir información sobre usted mismo con los demás es fácil.Ya sea twittearlo, capturarlo, fijarlo, publicarlo… existe un método para compartir información con otros, a menudo con la intención de obtener una conectividad de base común.

Dada esta ubicuidad de la información, ¿se debería permitir a los médicos acceder, revisar y luego tomar medidas si ven un problema?

En un nuevo estudio, la psiquiatra Stephanie Pope, M.D. del Centro Médico Case de University Hospitals, examinó el impacto de las redes sociales en la atención y el tratamiento de la salud mental.

Ella investigó específicamente cómo los foros públicos podrían ayudar a los diagnósticos en la práctica clínica, además de servir como predictores del comportamiento.

Su análisis también exploró los aspectos éticos de las relaciones médico-paciente que utilizan los medios de comunicación social.

Los hallazgos del estudio fueron esclarecedores cuando el Dr. Pope descubrió que los médicos y los pacientes se comunican a través de las redes sociales, una interacción que a veces desdibuja las líneas de sus relaciones.

Pope descubrió casos en los que la investigación de pacientes en tratamiento en las redes sociales ayudó a prevenir lesiones. Aunque estos episodios fueron documentados, descubrió que la política y los procedimientos institucionales definitivos estaban muy atrasados ​​y causaban problemas potenciales en la atención del paciente.

El Dr. Pope presentará el estudio, “Social Media and Psychiatry” en la reunión de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría en mayo en Toronto.

En su investigación, entrevistó a psiquiatras y psicólogos para comprender mejor la importancia y el impacto de las redes sociales, así como las pautas particulares y la ética asociadas con las relaciones médico-paciente.

También examinó la intersección de consideraciones éticas, profesionales y legales en las plataformas sociales. La transparencia del canal de comunicación crea en ocasiones interacciones ambiguas y complejas entre los profesionales sanitarios y los pacientes.

"Este estudio se realizó como un esfuerzo para demostrar las implicaciones clínicas de las redes sociales y formar una comprensión de las consecuencias legales y éticas de las redes sociales en la práctica", dijo Pope.

"Las instituciones de todo el país carecen de protocolos relacionados con los formularios de los medios de comunicación y es necesario establecer directrices profesionales".

Los números asociados con el uso de las redes sociales son asombrosos. En 2013, Facebook solo tenía 751 millones de usuarios, mientras que Twitter continuó aumentando con 555 millones de cuentas que promediaron 58 millones de tweets por día.

Se puede acceder fácilmente en línea a la cantidad de información personal, como fotos, información de la ciudad de origen y números de teléfono celular. Además, también siguieron apareciendo nuevos medios en los que las personas comparten información como Snapchat e Instagram.

Las estadísticas y los datos no necesariamente se vuelven riesgosos hasta que ingresan al ámbito de la salud personal, donde el 60 por ciento de los pacientes buscan apoyo, conocimiento e información sobre su propia salud utilizando plataformas de redes sociales.

La comunidad médica ha seguido su ejemplo con los números de tendencia de usuarios de redes sociales.

Según un estudio de 2008, el 64 por ciento de los estudiantes de medicina y el 13 por ciento de los residentes estaban activos en Facebook y de ese porcentaje solo el 37 por ciento de los activos mantuvieron sus perfiles privados, lejos de posibles pacientes. Más recientemente, los datos mostraron un aumento sustancial en los perfiles activos de médicos y estudiantes de medicina con casi el 90 por ciento manteniendo algún tipo de cuentas de redes sociales.

La investigación del Dr. Pope señaló que los médicos y los pacientes pueden utilizar de manera efectiva los foros sociales para ayudar con sus afecciones y encontrar apoyo, mientras seleccionan las mejores opciones de atención. Además, los médicos pueden usar las redes sociales para una serie de aspectos positivos, pero se deben establecer protocolos claros y definibles.

La Dra. Pope también centró su investigación y analizó el impacto de las redes sociales en su área de especialización y encontró estadísticas alarmantes relacionadas con ideas, comportamientos suicidas y enfermedades específicas. Más importante aún, la validación de las redes sociales que ayudan en el tratamiento y son clínicamente relevantes se hizo evidente.

“Necesitamos comprender la magnitud que las redes sociales están teniendo en nuestra práctica clínica, pero al mismo tiempo necesitamos desarrollar límites entre paciente y médico”, dijo el Dr. Pope.

"Cuando un paciente llega a la sala de emergencias y ha tenido pensamientos suicidas, los canales de las redes sociales pueden ayudar ... pero cómo, cuándo y si puede usar esta información es el núcleo del argumento".

Fuente: University Hospitals Case Medical Center / EurekAlert!

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