La discriminación relacionada con la edad puede dañar la salud

La discriminación por edad en un entorno sanitario está relacionada con un aumento de las dolencias físicas, según una nueva encuesta. Los hallazgos muestran que uno de cada tres estadounidenses mayores que experimentan discriminación relacionada con la edad en un entorno de atención médica probablemente desarrollará problemas de salud nuevos o empeorados con el tiempo.

El estudio, publicado en el Revista de Medicina Interna General, es el primero en investigar específicamente los efectos en la salud que tiene la discriminación en el ámbito de la salud en los adultos mayores.

Los investigadores analizaron datos de 6.017 estadounidenses mayores de 50 años que participaron en el Estudio de salud y jubilación representativo a nivel nacional de 2008, 2010 y 2012. La encuesta cubrió aspectos importantes del proceso de envejecimiento e incluyó preguntas sobre la discriminación en la atención médica.

Uno de cada cinco participantes informó que había experimentado discriminación relacionada con la atención médica. La edad fue el tipo de discriminación más común entre los encuestados de todos los sexos y grupos de edad, así como entre aquellos que tienen dificultades para completar las tareas diarias. También fue la razón más común dada por miembros de la mayoría de los grupos raciales o étnicos, siendo los afroamericanos la excepción.

Los estudios de seguimiento mostraron además que casi un tercio de los adultos mayores (28,5 por ciento) que experimentaron con frecuencia tal discriminación desarrollaron posteriormente discapacidades nuevas o que empeoraron en el transcurso de los cuatro años. En contraste, los participantes que nunca o rara vez experimentaron tal tratamiento tenían más probabilidades de mantener su estado de salud.

Según los investigadores, los hallazgos revelan que la discriminación en la atención médica difiere de la discriminación fuera del ámbito médico. Ella cree que está más fuertemente relacionado con el desarrollo de la discapacidad entre los pacientes mayores y su mayor incapacidad para cuidarse a sí mismos.

“Reducir las experiencias de discriminación y la percepción de discriminación debería ser una prioridad por derecho propio”, dice Stephanie Rogers, becaria en geriatría de la Universidad de California en San Francisco en los Estados Unidos, quien pide más investigación sobre las razones, fuentes y naturaleza precisa de la relación entre la discriminación sanitaria y el desarrollo de la discapacidad.

“Los proveedores y trabajadores de la salud pueden aspirar a tratar a cada paciente con respeto, dignidad y justicia, independientemente de su edad, raza o nivel socioeconómico, y esto a su vez puede mejorar la función de nuestra sociedad que envejece”, agrega.

"Con suerte, encontraremos que la reducción de las experiencias de discriminación mejora la función y el bienestar de los adultos mayores, evitándoles a ellos, su familia, los cuidadores y la sociedad de angustia financiera, física y emocional".

Fuente: Revista de Medicina Interna General

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