Volver a aprender a relacionarse con las personas después de un trauma importante

Cuando me diagnosticaron esquizofrenia por primera vez hace ocho años, era casi imposible para mí hablar con la gente, y mucho menos relacionarme con ellos.

Si no fue la ansiedad y la paranoia constantes que me impidieron participar, fue la carga de tener un gorila de 800 libras que nadie entendía colgando sobre mi cabeza.

¿Cómo podría llegar al nivel de cualquier otra persona cuando había este inmenso diagnóstico autoestigmatizante de estar loco sentado sobre mis hombros?

Yo era una unidad singular entre la gente normal. Nunca antes había conocido a nadie con esquizofrenia. No tenía experiencia con nadie que tuviera una enfermedad mental y decir que era aterrador saber que estaba loco sería quedarse corto.

Tenía miedo de la etiqueta, tenía miedo del estigma si alguna vez se lo contaba a alguien y, sobre todo, tenía miedo de mis propios pensamientos.

Recuerdo haber pensado al principio de mi recuperación lo aburrido que era el mundo real si todas las cosas que mi mente me había estado diciendo no fueran reales. No hubo conspiraciones, no hubo misiones y no hubo nadie que juzgara activamente cada uno de mis movimientos.

Tan aburrido como era, también fue un poco liberador.

Sin embargo, mi principal problema fue y siempre ha sido que la gente pensaba cosas malas sobre mí.

Lentamente, durante los ocho años que me he estado recuperando, he mejorado. Pero eso solo ha sido con mucha paciencia y práctica.

Al igual que para recuperarse de una adicción al alcohol o las drogas, se necesita un trabajo serio para volver a aprender no solo cómo interactuar con el mundo, sino también para sentirse como una parte valiosa de él.

Mi primer consejo para volver a aprender a relacionarse con las personas después de un trauma importante es que debes tratar de salir adelante.

Empieza pequeño. Incluso la interacción más pequeña, como comprar una barra de chocolate, puede proporcionar una buena base. Tienes que aprender a realizar transacciones sencillas como esta. Es imposible existir en este mundo sin ese nivel de comodidad.

Hablar con la gente es un requisito. No es necesario tener una conversación perfecta y segura con todos. Pero si trabaja en ello y mejora su interacción con la gente, eventualmente llegará al punto de sentir que se relaciona con ellos.

Sigue practicando. Puede llevar años volver a sentirse cómodo hablando con la gente. Sin embargo, una vez que lo haga, se sentirá mucho mejor con ellos.

Hay otras dos cosas a tener en cuenta: una es que necesita relajarse. La otra es que nadie fuera de tu familia y amigos cercanos se preocupa tanto por ti. Si recuerda estas cosas, es mucho más fácil arreglárselas sin preocuparse de que todos estén tratando de atraparlo.

Cuando la preocupación no existe, es mucho más fácil dejar fluir la conversación. Una vez que la conversación comienza a fluir, aprendes a relacionarte con las personas como seres humanos con pensamientos, sentimientos y emociones. Si puede aprender a relajarse cuando habla con la gente, no se quedará atascado por inseguridades y ansiedades divertidas. Sé que es difícil, pero puedes hacerlo. Sigue practicando.

Trate de no preocuparse si no siempre tiene una conversación perfecta. Con más y más práctica mejorará y se sentirá menos preocupado por lo que piense la gente.

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