Lidiando con la Artritis

Úselo o piérdalo: viviendo con artritis

En el pasado, los médicos a menudo aconsejaban a los pacientes con artritis que descansaran y evitaran hacer ejercicio. El descanso sigue siendo importante, especialmente durante los brotes. Pero no hacer nada da como resultado músculos débiles, articulaciones rígidas, movilidad reducida y pérdida de vitalidad. Ahora, los reumatólogos aconsejan habitualmente un equilibrio de actividad física y descanso. El ejercicio ofrece beneficios físicos y psicológicos que incluyen una mejor forma física general y bienestar, mayor movilidad y un mejor sueño.

Por ejemplo, dos veces por semana durante tres años, Elsie Sequeira, de 81 años, de Concord, California, asistió a una clase de ejercicios en el agua patrocinada por la Arthritis Foundation. "Me ha ayudado mucho", dice ella. Sequeira tiene artritis reumatoide en sus hombros y piernas. También tuvo un derrame cerebral leve y llegó a sus primeras clases con la ayuda de un andador y un asistente.

Pasaron algunas semanas antes de que ella viera alguna mejora, pero dentro de unos meses ya no necesitaba ni al caminante ni al asistente. "El agua tibia es muy relajante y podemos hacer cosas en el agua que no podríamos hacer en tierra", dice Sequeira. Disfruta del contacto social y se siente más capaz de cuidarse sola. "No me siento tan tendida", dice ella.

Las articulaciones requieren movimiento para mantenerse saludables. Es por eso que los médicos aconsejan a los pacientes con artritis que hagan ejercicios de rango de movimiento o flexibilidad todos los días, incluso durante los brotes. Sin embargo, las articulaciones dolorosas o inflamadas deben moverse suavemente.

Úselo o piérdalo - Fortalecimiento
También se recomiendan actividades de fortalecimiento y resistencia, pero deben limitarse o evitarse durante los brotes. Los pacientes con artritis deben consultar a sus médicos antes de comenzar un programa de ejercicios y comenzar gradualmente. Los ejercicios deben ser individualizados para trabajar los músculos correctos, evitando sobrecargar las articulaciones afectadas. Los médicos o fisioterapeutas pueden enseñar formas adecuadas de moverse.

La fuerza muscular es especialmente importante porque los músculos fuertes soportan y protegen mejor las articulaciones. "Varios estudios muestran que si mejora la fuerza muscular, disminuye el dolor", dice Boulware. Las articulaciones probablemente duelen durante el ejercicio, pero aún no deberían doler varias horas después.

"Hay una delgada línea entre hacer demasiado y muy poco", dice el reumatólogo William Ginsburg, MD, de la Clínica Mayo, Jacksonville, Florida. "A veces hay que recordar a las personas que disminuyan la velocidad y escuchen su enfermedad".

Apoyo y educación
Los grupos de apoyo y la educación sobre la artritis pueden ayudar a las personas a aprender a escuchar su enfermedad y a sobrellevarla. "Los aspectos psicológicos son muy importantes porque eso es lo que cambia la vida de las personas", dice Ginsburg. Los participantes aprenden cosas prácticas, como: levantarse del piso después de una caída, proteger las articulaciones con un uso cuidadoso y dispositivos de asistencia, conducir un automóvil, dormir cómodamente, usar tratamientos de calor y frío, hablar con sus médicos y hacer frente a aspectos emocionales del dolor y la discapacidad. También pueden aprender a adquirir y mantener lo que los expertos en salud han promocionado durante mucho tiempo: una actitud positiva.

La educación en salud no solo mejora la calidad de vida, sino que también reduce los costos de atención médica y los beneficios son duraderos, según estudios de la Universidad de Stanford, Palo Alto, California. Cuatro años después de un breve programa de autogestión de artritis, los participantes aún informaron significativamente menos dolor y menos visitas al médico, a pesar de que la discapacidad aumentó. Los beneficios vinieron, no de los detalles enseñados, sino de la capacidad mejorada para hacer frente a las consecuencias de la artritis, en otras palabras, la confianza. "Es lo mismo que cualquier buen entrenador intenta inculcar", dice Halsted R. Holman, MD, Universidad de Stanford.

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