Hacer que el estrés trabaje para usted

El estrés recibe mucha prensa negativa, y por una buena razón. El estrés crónico está relacionado con una serie de problemas emocionales y de salud. Sin embargo, el estrés se presenta en una variedad de formas. A pesar de lo que dicen los titulares de las noticias, algunos tipos de estrés son realmente buenos para usted. Considere los eventos de estrés agudo del ejercicio y aprender a andar en bicicleta. Realizados correctamente, estos eventos invocan una adaptación deseada en mente y cuerpo.

De hecho, la investigación muestra que los niveles moderados de estrés a corto plazo estimulan la génesis de nuevas células cerebrales. Así que mantén esa rutina de ejercicios y esos desafiantes crucigramas diarios. Solo recuerde que el estrés debe ser agudo, no crónico y moderado, no excesivo. Además, no es solo la cantidad de estrés que experimenta, sino su percepción de él lo que determina sus efectos duraderos.

En este estudio a largo plazo, se preguntó a 30.000 personas: "¿Crees que el estrés es dañino?" Aquellos que respondieron “sí” tenían un 30 por ciento más de probabilidades de morir si se encontraban con eventos estresantes durante el año siguiente. Aquellos que respondieron "no" no tuvieron un aumento de la mortalidad derivada de eventos estresantes. No está exactamente claro por qué es así, pero uno puede esperar que las personas que creen que el estrés es malo para ellos tengan una actitud diferente al respecto, y esa actitud puede haber explicado algunas de las diferencias.

Considere cómo las personas pueden percibir de manera diferente un solo evento. Imagina que Bill y Bob van a hacer paracaidismo. Esto podría aterrorizar a Bill, mientras que Bob lo encuentra estimulante. Ambos tienen la típica respuesta al estrés que incluye un aumento de la frecuencia cardíaca y la liberación de adrenalina, pero sus estados emocionales son bastante diferentes. Bill ve el evento como una amenaza y Bob lo ve como un desafío emocionante.

¿Cómo podría verse el mismo evento de manera tan diferente? Podríamos atribuirlo a la crianza, las experiencias traumáticas o incluso la genética. La buena noticia es que no estamos atrapados por estos factores; tenemos la posibilidad de elegir cómo percibimos el mundo. El éxito de la terapia cognitivo-conductual (TCC) nos ha enseñado que las creencias y puntos de vista pueden modificarse. Cambiar su punto de vista puede ser justo lo que necesita cuando la fuente de estrés es inevitable, como atascos de tráfico, fechas límite de proyectos y momentos “desafiantes” para los niños. Entonces, ¿cómo transformamos el estrés insalubre que obstruye las arterias en un eustress saludable que duerme como un bebé?

Tómate un momento para reflexionar sobre algo que te estresa. Note cualquier temor en torno a este tema. ¿Se siente como una amenaza? Una vez que haya cambiado su actitud para verlo como un desafío a conquistar, es probable que se sienta mejor al respecto. Aquí hay algunas estrategias para hacer precisamente eso:

  • Piense en una situación similar en el pasado que le generó estrés. Recuerda que lo superaste a pesar de la cantidad de energía que dedicaste a preocuparte por ello. Reflexione sobre cuán mejor preparado está ahora para superar lo que enfrenta.
  • Piense en por qué esta situación estresante merece ser superada.
  • El tiempo es imparable. No importa cuán aterrador sea algo ahora, un día mirarás hacia atrás en todo el evento y verás que lo superaste bien.
  • ¿Estás estresado por algo incontrolable? Si es así, cultiva la aceptación y concéntrate en las cosas sobre las que tienes control. Siempre hay partes de cualquier problema sobre las que tienes control. Como mínimo, puedes controlar tu actitud al respecto.
  • A menudo catastrofizamos e imaginamos lo peor. En cambio, reflexione sobre cómo se sentirá al realizar esta tarea o superar este obstáculo. Visualízate a ti mismo habiendo superado la situación con éxito y conéctate con cómo se sentirá. Repita la visualización hasta que le resulte fácil.
  • Interprete los síntomas físicos del estrés (como palpitaciones y palmas sudorosas) no como nerviosismo, sino como señales de que su cuerpo lo está preparando para desempeñarse maravillosamente.
  • Tendemos a sobrestimar lo mal que serán las cosas. ¿Y si no sale como esperabas? Piense en cómo seguirá avanzando en la vida. Si el peor de los casos es manejable, ¿qué sentido tiene preocuparse por eso?

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