¿Por qué algunos retrasan la gratificación, mientras que otros ceden?

¿Cómo pueden algunas personas resistirse a los placeres inmediatos y perseguir objetivos a largo plazo, mientras que otras sucumben fácilmente, incapaces de retrasar la gratificación?

Un nuevo estudio dirigido por investigadores del Brain and Spine Institute de París ha descubierto que los sistemas de memoria del cerebro ayudan a resistir las tentaciones.

Los investigadores observaron que un factor que ayuda a explicar la diferencia en la capacidad de las personas para resistir la tentación radica en la actividad de una estructura cerebral profunda: el hipocampo.

El conflicto entre una recompensa menor hoy y una recompensa mayor en un momento posterior se ha estudiado durante décadas. Comprender cómo los humanos toman decisiones, como beber esta noche o tener buena salud más tarde, es crucial para diseñar pólizas de seguro o campañas contra el alcohol, anotaron los investigadores.

Esto llevó a un estudio en el que se escaneó el cerebro de los voluntarios mientras se les pedía que eligieran entre pagos monetarios, por ejemplo, $ 10 ahora frente a $ 11 mañana.

Usando este tipo de paradigma, los científicos encontraron que la parte dorsolateral de la corteza prefrontal, una región conocida por implementar el control del comportamiento, era crucial para tomar la decisión de retrasar la gratificación inmediata y esperar beneficios más altos.

"Sin embargo, estos paradigmas pasan por alto una característica esencial de los conflictos intertemporales que tenemos que enfrentar en la vida cotidiana", señaló el líder del estudio Mathias Pessiglione, Ph.D. "Las recompensas inmediatas se pueden percibir a través de nuestros sentidos, mientras que las recompensas futuras deben estar representadas en nuestra imaginación".

Para producir esta situación en el laboratorio, los investigadores utilizaron recompensas más naturales, por ejemplo, una cerveza hoy o una botella de champán dentro de una semana.

Los voluntarios se enfrentaron a la elección entre recompensas inmediatas, presentadas como imágenes, y recompensas futuras, que se presentaron como texto.

Los investigadores encontraron en este experimento que la capacidad de seleccionar recompensas futuras estaba relacionada con la cantidad de actividad en el hipocampo.

Para completar el experimento, los individuos con daño en el hipocampo debido a la enfermedad de Alzheimer se probaron en la misma tarea, al igual que los individuos con una variante conductual de demencia frontotemporal (bvFTD), que surge de la degeneración prefrontal.

Los investigadores encontraron que los individuos con bvFTD exhibían impulsividad excesiva en todo tipo de elecciones, mientras que aquellos con Alzheimer estaban específicamente predispuestos hacia recompensas inmediatas cuando había que imaginar recompensas futuras.

“Esto se debe a que el hipocampo es necesario para imaginar situaciones futuras con una riqueza de detalles que las hace lo suficientemente atractivas”, dijo Pessiglione.

“De hecho, esta estructura se ha considerado durante mucho tiempo esencial para almacenar episodios pasados, pero los científicos han descubierto recientemente que también participa en la simulación de situaciones futuras. La consecuencia es que los pacientes con daño en el hipocampo no solo sufren de déficit de memoria, sino también dificultad para imaginar metas que contrarresten la atracción de recompensas inmediatas y motiven sus acciones a largo plazo ".

Fuente: Biblioteca Pública de Ciencias

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